Mariana Enriquez, distinguida en la Semana Negra de Gijón
El festival español le otorgó el Premio Celsius, por la obra con la que había ganado el Herralde en 2019.
Una novela sobre la herencia, personal e histórica. Nuestra parte de noche (Anagrama), de la escritora argentina Mariana Enriquez, ganó el premio Celsius de la Semana Negra de Gijón, en España. El reconocimiento se anunció ayer, a primera hora de la mañana. Se trata de una obra monumental de 680 páginas que reúne todas las obsesiones de la autora. “Y delata que tengo muchas”, ironizó Enriquez, que por el mismo título se había llevado el Premio Herralde 2019.
Según el jurado, la novela -premiada por unanimidad- “aúna las virtudes de la mejor literatura gótica y de terror contemporáneas con la evocación histórica de un período convulso de la historia moderna argentina en la gran tradición de autores como Roberto Arlt, Bioy Casares, Silvina Ocampo y Ernesto Sabato”.
El anuncio, realizado en el marco del festival literario de novela negra que este año combinó el formato virtual con el presencial por la crisis del coronavirus, se transmitió en vivo por Youtube.
En la obra distinguida, un padre y su hijo atraviesan la Argentina en ruta hacia las Cataratas del Iguazú, en plenos años de la Junta Militar, con controles de soldados armados y tensión en el ambiente.
En ese marco realista, Enriquez construye una historia fantástica en la que el lector encuentra pasadizos que esconden monstruos inimaginables, rituales con sacrificios humanos, andanzas en el Londres psicodélico de los años 60 y enigmáticas liturgias sexuales.
“Hay una parte que transcurre en Londres a fines de los '60, así que hay Bowie, psicodelia, los Stones de esa época. Y aparecen mis obsesiones variadas: los santos paganos del noreste de la Argentina, Lovecraft y Emily Brontë, Sobre héroes y tumbas o los primeros años 90 de la Argentina, desde marchas estudiantiles hasta los primeros años del sida, que son cosas que estaban sucediendo a mi alrededor cuando era joven. Son muchas las referencias y la búsqueda era un poco que estuvieran todas”, contó ella en una entrevista.
“Yo creo que lo esencial es poder pensar la herencia, en el sentido de que es una condena que se puede romper”, había explicado Enriquez unas horas antes en el marco del mis
del hombre. En ese marco, Las dos carátulas tiene la misión de entretener, instruir y cultivar”.
Massi llegó a la dirección de Las dos carátulas en 1990, luego del paso de Rodolfo Graziano. Se maravilla al pensar en los avances tecnológicos que posibilitan continuar con el trabajo aún en plena pandemia. Por estos días los actores graban en Whatsapp, ella dirige a distancia y se produce un rico intercambio a pesar del aislamiento.
Massi cuenta que para el 27 de agosto están preparando un radioteatro ligado a aquella aventura de Los locos de la azotea (Enrique Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica), los hombres que iniciaron la primera transmisión desde la terraza del Coliseo y así cambiaron la historia del país. En esa proeza de mantener vivo un género como el radioteatro, es posible por estos días encontrar perlas como Hamlet, con protagónico de Leonor Manso.