Clarín - Clarin - Spot

Clara Kovacic, la actriz argentina que interpreta a Gustavo Cerati

Además canta (“la reina del grito”), vivió en un convento en Nueva York y ahora es ‘Cerata’ en el filme “Lennons”.

- Pablo Strozza Especial para Clarín

Muchos recordarán el hecho por haberlo presenciad­o y otros dirán haberlo visto sin que esto sea cierto. En una de las presentaci­ones en el Estadio Obras de Llegando los monos, el segundo álbum de Sumo, en agosto de 1986, un chico muy parecido a Gustavo Cerati, lookeado como él en esa época, con esos raros peinados nuevos que tan bien describió Charly García, subió al escenario con una guitarra eléctrica de juguete y fue presentado por Luca Prodan como “Cerati, músico invitado”.

El muchacho era, en realidad, el hermano de Mirta Bogdasariá­n, la dueña de la disquería de Hurlingham donde se comerciali­zaba Corpiños en la madrugada, el cassette debut de Sumo. A Gustavo Cerati el hecho le pareció una falta de respeto, y así lo manifestó en una entrevista radial, tal como se detalla en

Libertad divino tesoro, la biografía de Luca escrita por Oscar Jalil.

Otra suerte corrió, ya en 1999,

Gracias... Totales!!! Tributo Bizarro a Soda Stereo. Con el trío ya separado, el sello independie­nte Dulce Limón publicó un disco de veintidós canciones de bandas under punk, metaleras y thrashers de la Argentina, Colombia y Chile como Timmy O’toole, Asesino Serial Hawaiano o Darkness, entre otros. La tapa del CD, que por estos días cotiza a casi tres mil pesos en el mercado de coleccioni­stas por estar fuera de catálogo, mostraba a Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti con sendas crestas mohicanas, en una intervenci­ón de la ilustració­n del primer disco de Soda.

En este caso, la movida, que fue con fines benéficos, ya que se donó todo lo recaudado por las ventas a la escuela de frontera Nª 401, del kilómetro 13 de Ruta 19 en Wanda, en la provincia de Misiones, tuvo la bendición del propio Cerati. “Lo único que me ha gustado de lo que se hizo con Soda Stereo es el Tributo Bizarro. Fue lo mejor que se hizo. El Tributo Bizarro fue algo hecho con ganas y desde el corazón”, dijo en la época de la publicació­n de Ahí vamos, tal como se puede leer en el libro Cerati: Conversaci­ones íntimas, de Gustavo Bove.

Por esto último, es lícito especular que, de estar entre nosotros, Gustavo Cerati hubiera aprobado el papel de Clara Kovacic en la película Lennons, de José Cicala. En esta comedia fantástica bizarra Clara, apodada por los fans del cine de terror en nuestro país como la Scream Queen Argentina, se pone en el papel de Cerata, la líder de Las Soderas. Sí, un trío femenino inspirado en Soda Stereo para un film ya entró en la recta final de su filmación.

Pero la historia de Clara va más allá de esta historia. Un punto de partida posible es su estadíá neoyorquin­a de un año al haber terminado el colegio secundario, una década atrás, para ir a estudiar actuación, viviendo en un convento en la zona de Chelsea. “Si estás en Nueva York tenés que absorber todo lo que puedas, porque está todo ahí”, dice, mientras apura una infusión al aire libre, con la luz del mediodía pegándole de lleno, en la zona de Vicente López.

Al volver a Buenos Aires, Clara estudió composició­n musical en la UCA y formación actoral con Inés Estévez y, en paralelo, hacía publicidad­es para ganarse la vida. Pero su mejor recuerdo de esa época es otro. “Teníamos un grupo de danza hip hop, y hacíamos shows tipo intervenci­ones en boliches como el Roxy y un montón más. Nos llamábamos Las Pibas Chorras. El hip hop recién arrancaba acá. Daba clases, y tenía un grupito de nenitas de diez años como alumnas que son las que hoy están bailando hip hop a pleno, influencer­s que tienen miles de seguidores”. Pero, como notarán, lo suyo no es quedarse en un solo lugar. Por eso mismo, en 2016, Clara editó de manera independie­nte Cantando al cielo, su estreno discográfi­co. Según cuenta, “Lo hice de manera muy casera. A mí me gustan mucho los 'unplugged', y en ese momento estaba incursiona­ndo en algo más melódico, tipo cantautora. Ahora quiero rehacerlo con canciones nuevas y, al mismo tiempo, todavía más simple: despojarme de todo y dejar sólo la base con la que compuse. Ojo: escucho el disco y me encanta, pero me gustaría despojarlo más. Soy muy fan de Regina Spektor, y sus canciones son así. O los temas menos conocidos de Rosalía, donde solo está acompañada por guitarra y coros. Para mí eso es divino”.

Entonces, ¿cómo se lleva la cantante que quiere sonar solita con su alma con la Scream Queen Argentina de las películas de terror actuales, cómo maneja Clara ese ying y ese yang, esos dos universos? “Tuve mucho tiempo una banda de metal sinfónico. Y en ese entonces había gente que se me acercaba y me decía: ‘Vos nos tenés un perfil metalero’. Yo soy Clara, no soy un perfil. Soy lo que me sale. Me encantan las películas de terror, me encanta el metal y me encantan muchas cantantes populares”.

La segunda parte de la respuesta merece que la protagonis­ta narre su derrotero desde sus inicios a la actualidad. “Cuando hacía publicidad, hubo un actor que me recomendó para una película que fue Abrakadabr­a, que fue la primera película de terror que hice. Al tratarse de cine independie­nte se necesitan actores que puedan resolver todo súper rápido. El terror es un género en el que si vos no das algo real, se pierde todo. Hay que generar miedo, y no hay nada más terrorífic­o que la realidad”, dice Clara.

Por cierto, ese parece ser el juego que más le gusta jugar. “Ese dinamismo me encanta, y creo que de ahí se generó un boca en boca para trabajar con todas las personas que trabajé. El apodo surge de los fans, de una película que filmamos durante la cuarentena que se llamo La parte oscura, que grabé desde casa con mi celular. Es la historia de una chica que comienza a experiment­ar parálisis de sueño y termina con una posesión infernal. Y a eso hay que sumarle que, durante la cuarentena, se estrenaron en total seis películas del género en donde actuó. El apodo para mí es un honor”.

Así es como llegamos a Lennons,y la comparació­n entre Clara como un Gustavo Cerati ochentoso y Cate Blanchett en la piel de Bob Dylanmodel­o 1966 en I’m Not There de Todd Haynes (2007) es ineludible. Incluso en los alias de ficción de cada una: Cerata y Jude Quinn, respectiva­mente.

Clara admite, como correspond­e, haber visto el film. “Tenemos caras parecidas para interpreta­r personajes similares, porque ese Dylan y el Cerati de los '80 tienen puntos en común como sus rulos y ciertos gestos”, dice, y es más que explícita al recordar el momento en el que le ofrecieron el papel: “Cuando me propusiero­n el personaje me caí de culo, porque soy muy fan de Soda Stereo”. Sin caer en la maldición del spoiler, la actriz entonces adelanta un poco de la historia del largometra­je. “La historia está ambientada en unos años '80 argentinos y mundiales alternativ­os. Un hijo de un doble de riesgo es abandonado por tragedias familiares descubre a una persona idéntica a John Lennon.

Y se inventa un negocio al decir que traerá a John Lennon a la Argentina, ya que Lennon aún está vivo. Así Canelón (así se llama el personaje, que lo hace Gastón Pauls) contrata a Las Soderas...w

Más infromació­n en Clarin.com

Cuando me propusiero­n el personaje me caí de culo, no lo podía creer, porque soy muy fan de Soda Stereo”.

 ?? LUCÍA MERLE ?? Nada personal. Igual que Cate Blanchett compone a Dylan en “I’m not there” (2006), ella encarna a su ídolo en una comedia bizarra.
LUCÍA MERLE Nada personal. Igual que Cate Blanchett compone a Dylan en “I’m not there” (2006), ella encarna a su ídolo en una comedia bizarra.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina