Messi, según las acrobacias del Cirque du Soleil
Lo que cambió en la propuesta, de alto nivel, desde que Argentina ganó la Copa del Mundo.
Messi10 es, sin duda a equivocarme, el espectáculo de acrobacia más impactante que el Cirque du Soleil haya traído a la Argentina.
Y también, de los más genuinamente emocionantes.
Algunas cosas han cambiado en este show con respecto a lo tradicional del Cirque: por empezar, la pista ya no es redonda, sino rectangular, lo que permite que se asemeje a una cancha de fútbol, con los “jugadores”, los integrantes del Cirque saliendo de donde estarían los arcos.
Otra cosa es que no hay orquesta tocando en vivo. Ni siquiera un puñado de músicos, como si había en el, en comparación, más raquítico
Bazaar, estrenado este mismo año, pero en Costanera Sur.
Y por primera vez en la Argentina hay enormes pantallas led que traerán recuerdos imborrables de Lionel en el inolvidable Mundial de Qatar.
Es que Messi10, que estrenó antes de la pandemia en España, iba a llegar a la Argentina en 2020. Y pasaron cosas desde entonces, entre otras, la obtención de la Copa del Mundo en Qatar 2022.
Y si en el show sigue siendo el centro la devoción por el 10, la presencia de Messi en Qatar le gana en las enormes pantallas que suben y descienden en el escenario, mirando a cada “tribuna”, ni faltará el Muchachos, el himno argentino en el Mundial, y nos sorprenderá una enorme camiseta de Messi, con el 10 en el dorsal, que desciende desde arriba de cada tribuna, que nos tapa y la vamos ayudando a expandir, como pasaba con las enormes banderas de punta a punta en la cancha…
10 pelotas iluminadas en el piso, y una que cuelga del techo, con gajos blancos y negros, de la que sale… humo. ¿Será por la magia del 10?
El maestro de ceremonias es un árbitro, que entretiene al público antes del arranque del show propiamente dicho, alentando a cada tribuna como para que se enfrente con la otra, hasta que distintos personajes con redes de arco en el cuerpo van tomando de a una las pelotas, y aparece el joven que estaba haciendo jueguito con una pelota, sea colocándola en su espalda, el cuello, la espalda y los pies.
Hasta que dice “Que comience el juego”. Y arranca el espectáculo.
Decía que Messi10 es el más espectacular en cuanto a acrobacias. El ingenio del grupo creado en Canadá logra que distintos jugadores vuelen por el estadio, ayudados con arneses, y hagan -todos: gimnastas, acróbatas, equilibristas, contorsionistas, forzudos, malabaristas- números verdaderamente impresionantes.
Y si hablamos de ingenio: además de un número hecho en un “vestuario”, con habilidades de pelota y gimnastas, un “jugador” ha quedado lesionado en el campo, y entran dos camilleros. Pero lo que hace el jugador es difícil de creer, por más que lo estemos viendo a pocos metros de distancia: contorsiona su cuerpo, es hiper elástico, coloca sus brazos donde nadie podría y hasta gira el tronco casi en 180 grados.
Hay muchos números en la hora y media que dura el espectáculo, sin intervalo -así que si desean merchandising o comida: una remera del espectáculo, $12.000, una campera, 25.000; una gaseosa, $1.800, dos empanadas, $3.500, háganlo antes de que arranque la función-.
Están los dos acróbatas que se disfrazan de un león, y saltan, saltan y saltan. Están quienes se suben a sogas colgantes y descienden como si nada. Y hay equilibristas logrando hazañas difíciles de explicar arriba de una cuerda.
Messi no solo está en los momentos de Mundial 2022, también él mismo ha participado, haciendo jueguitos y gambetas que se ven en las pantallas. A pocos días de las eliminatorias, ¿pasará el mejor jugador del mundo por la carpa/estadio en Vicente López?
“Hay un 10 en cada uno de nosotros” se lee en uno de los carteles de las pantallas -abundan las frases alentadoras más que de autoayuda, de superarse y de hacer de una debilidad una fortaleza-. Messi hay uno solo, pero en la pista del Cirque du Soleil hay más de uno que se merece un 10.
El ingenio del grupo creado en Canadá logra que distintos jugadores “vuelen” en el estadio.