“La Reforma fue incluir a todos en el compromiso cotidiano de la fe”
1) La Reforma fue una revalorización de la Biblia en el testimonio de la fe, una escucha atenta de los primeros concilios de la Iglesia y un incluir a todo el pueblo de Dios en el compromiso cotidiano de la fe. Subraya la misericordia divina y nuestra acción de servicio como respuesta comprometida con el Evangelio. Aporta al compromiso con la educación universal, pues a la familia se le encomienda educar a los hijos en la fe y a la sociedad la educa- ción de todo el pueblo. Sobre si se hubiera podido evitar la división, lamento que fuera muy difícil porque en la época precedente otros sufrieron incluso el martirio y no hubo una discusión de sus perspectivas como posible aporte a la Iglesia.
2) Hoy tenemos todos y, en especial SS. Francisco, un auténtico compromiso con el diálogo como camino a la unidad fundada en Dios. El Papa reconoce el aporte de Lutero a la vida y al pueblo de Dios al traducir la Sagrada Escritura al alemán, poniéndola al alcance de todos para que los acerque a Jesús y los guíe en la vida cotidiana. Además, reconoce que Lutero tuvo el coraje de señalar el pecado de algunos eclesiásticos que no veían su papel como administradores de la Palabra para ser guías honestos y dedicados a servir al pueblo puesto a su cuidado.
3) No es una utopía, pero como todo diálogo demanda humildad en la escucha de Dios, en su Palabra y en la historia de nuestra fe común. Estoy seguro que se seguirá avan- zando con perseverancia en este camino y en el compartir la fe. Esto no sólo en los diálogos a nivel mundial sobre cuestiones de doctrina sino, como se ve en nuestra propia tierra, en el encontrarse y descubrirse como hermanos y hermanas en la fe. Vivimos una era significativa en las relaciones ecuménicas, particularmente en las relaciones entre las iglesias Católica y Luterana, pero ello ha de traducirse en fidelidad al Evangelio y compromiso en la salvación del ser humano bajo el señorío de Jesucristo.