La cultura ecológica aplicada a lo kosher
Más allá de la comida. El nuevo texto del Papa sobre el medioambiente nos interpela acerca de lo apto y apropiado.
Tal como lo viene haciendo el Papa Francisco, en la exhortación apostólica Laudate Deum que publicó la semana pasada nos envuelve a las tradiciones religiosas en un compromiso de responsabilidad para con el medio ambiente y la crisis climática. En este sentido, humildemente, quisiera reafirmar desde un lugar judío mi adhesión al contenido de la misma.
Revisando la literatura, vuelvo a encontrarme con un texto popular del medioevo llamado Sefer Jasidim (el libro de los piadosos), en el que se afirma que los justos se afligen cuando se desperdicia incluso una sola semilla vegetal. Sin ser tan rigurosos, la expresión de esta metáfora nos advierte del necesario recorrido que debe asumir nuestra cultura de proteger el entorno que nos rodea, y que se deteriora por su abuso indiscriminado y la contaminación que amenaza la existencia. Bajo esta perspectiva, las visiones bíblicas interpelan nuestro conocimiento en la búsqueda de una respuesta a una deuda de gratitud al mundo que nos proporciona sustento y gozo a la vez. El ejercicio reverencial del cuidado de los recursos comienza con la descripción de la Creación en el Libro de Génesis, en el que nos confiere a los seres humanos la tarea de ser cultivadores de un universo fecundo y custodios de sus caudales. La Torá toma nota de la protección del medio ambiente a través de implicancias prácticas que atesoran una visión ética. Este mensaje es tan riguroso que algunos profetas llegan a expresar que la decadencia moral en toda sociedad funciona de forma paralela a un desastre del orden ambiental.
Trasladando la interpretación bíblica a nuestro tiempo, quisiera remitirme a la noción de lo kosher, que en general es relacionada con la comida, cuando en realidad la acepción del vocablo está vinculada a la idea de lo apto y lo apropiado. Reubicando este concepto a todos los órdenes de la conducta humana, el rabino Arthur Waskow, un promotor de la cultura ecológica, se pregunta:
“Aquellos tomates que han sido sembrados y “preservados” con pesticidas, ¿pueden ser considerados kosher? Aquellos libros y diarios impresos en un papel que ha sido extraído de un árbol de una zona devastada ¿pueden ser considerados kosher? Aquellos productos no degradables, que generan un daño incalculable al
¿Una política que no toma en cuenta el ecosistema puede ser considerada kosher?
planeta (como plásticos, latas, pañales descartables) ¿pueden ser considerados kosher? La electricidad generada por una planta nuclear, que pone en peligro a los habitantes de una población ¿puede ser considerada kosher? Una política que no toma en cuenta al ecosistema y al calentamiento global ¿puede ser considerada kosher? Una cosecha de vino que ha sido recolectada por trabajadores, a los cuales se les ha pagado de manera indigna, ¿puede ser considerada kosher?
En sintonía con el espíritu de Laudate Deum, la representación de lo kosher debe aplicarse a aquellos principios de la tradición y sabiduría, para establecer una visión compartida entre los seres humanos y su entorno, con el objeto de dejar un futuro más vivible tras nuestro paso por esta tierra.