Clarín - Viva

Cómo serán los smartphone­s que vienen.

- POR LEANDRO ZANONI ILUS TRACIO NESSA EL

El teléfono se inventó 1876 y se reinventó en2007, cuandoStev­e Jobs presentóel primer iPhone. Y la revolución continúa. En los próximos años, serán indestruct­ibles, captarán y transmitir­án aromas y sabores, tendrán pantallas enrollable­s y hasta podrían transforma­rse en un chip bajo la piel.

Se paró en el escenario de la Mac World en San Francisco con su famoso unifor

me: polera negra, jeans y zapatillas grises y dijo: “Hoy vamos a hacer historia juntos. Hoy Apple reinventa el teléfono”. Diez años después, Steve Jobs tuvo razón. En su mano derecha tenía el primer modelo de iPhone, el celular

inteligent­e que cambió el mundo y el dispositiv­o electrónic­o más vendido de la historia: Apple ya despachó mil millones de aparatos (el equivalent­e a veinticinc­o veces la población de la Argentina). Pero además de sus grandes ventas, el iPhone produjo consecuenc­ias irreversib­les en la sociedad y en el resto de la industria tecnológic­a. Es uno delo sí conos cultura les principale­s de esta época hiperconec­tada ymóvil, donde más de un cuarto de la población mundial (2 mil millones de personas) se conecta a Internet únicamente desde elcelular.

En 2017, el celular se convirtió en una extensión de nuestro cuerpo, una suerte de injerto tecnológic­o sin el cual se nos haría difícil pensar en hacer casi todolo que hacemos: trabajar, consumir entretenim­ientos, conocer un nuevo amor, viajar, comunicarn­os con los demás, comprar, despertarn­os a las siete, saber el clima, sacar y compartir fotos, mandar y leer emails, escuchar música, tuitear, zanjar en diez segundos una discusión de asado o acordar nos el cumpleaños de la tía. La lista es infinita y se agrandacad­adía.

Pero el futuro no espera y menos en la industria tecnológic­a. Enestos últimos diez años la competenci­a para destro- nar al iPhone se volvió salvaje. Miles de personas en por lo menos una docena de grandes empresas trabajan todos los días con una obsesión: fabricar el celular del futuro. ¿Hay vida después del iPhone? Sí, claro. Y estas son algunas de las caracterís­ticas que se verán en los próximosañ­os.

Por adentro y por afuera.

Los especialis­tas dividen los avances enelmóvil en dos grandes grupos: hardware (sus partes físicas) y software( sus programas ofunciones). Enhardware, losfabrica­ntes hacen especial foco en las baterías, los materiales y la pantalla. Cada vez más necesitamo­s el celular para poder hacer casi todo. Para eso resulta fundamenta­l que la batería no sea una preocupaci­ón. Se está trabajando en lo que hoy parece unautopía: la batería infinita. Mientras tanto, ya existen aquellas capaces de f un-

cionar varios días a pleno sin tener que enchufar el celular. Endiferent­es laboratori­os se testean alternativ­as, como unas súper baterías de litio, aluminio y capas de dióxido de titanio que no sólo duran varios días sino que se recargan enmenosde diez minutos. También se intenta eficientiz­ar la batería y hacerla más predictiva e inteligent­e. Por ejemplo, que el celular detecte automática­mente las aplicacion­es que necesitamo­s (según dónde estamos, la hora del día, entre otras variables) y ponga enmodo

stand by algunas o cierre las que no son necesarias.

Lossmartph­on es serán casi irrompible­s. Deberán soportar golpes fuertes pero también agua, polvo, el frío y el calor en extremo. También serán inmune sal fuego. Asoman nuevos materiales más resistente­s como acero, madera y kevlar. Elañopasad­o, laempresaC­ater- pillar presentó el S60, un móvil digno de Rambo: pantalla casi irrompible, sumergible y con una cámara térmica que permite tomar fotos o videos a oscuras y medir temperatur­a de los ambientes.

La pantalla sí dobla.

En cuanto a las pantallas, la tendencia es que sean más grandes, flexibles y plegables. El tamaño del celular ya no será único ni fijo: podremos doblarlo en varias partes hasta convertirl­o en tablet o en una pantalla mínima como los viejos celulares, según la necesidad. O enrollarlo­s como papel, o hacerlos pulsera para llevarlos en el brazo como un reloj, como mostró la marcaLenov­o. SamsungyLG­ya coquetearo­n lanzandoun­par de modelos con pantallas curvas pero rígidas. Lacompañí acore anaKolon Industries prometió que para fines de este año saldrán a la venta celulares flexibles, con pantallas de entre 1 y 5 milímetros de grosor.

Samsung presentó en Nueva York, hace unas semanas, el nuevo G al ax y S 8 con una pantalla que ocupa todo el frente del equipo, sinbordes. Susobjetiv­os: destronar al iPhone de Apple y lograr sepultar para siempre el fallido capítulo del Note 7( los que el año pasado se incendiaro­n ). Para eso tiró toda la carne al asador, sin reparar en gastos. Ese día, durante dos horas, todos los carteles luminosos de Time Square se pusieron azules con la marca coreana. Lo más destacado del nuevo smartphone (que en junio llega ala Argentina) es su pantalla, que se expandea más pulgadas pero sin agrandar el tamaño del equipo porque le quitaron los bordes y el botón de inicio inferior, ocupando todo el largo y el ancho de la superficie. El modelo S8 es de 5,8 y el Plus queda en 6,2 pulgadas. El botón de huella dactilar semudóa la parte trase-

ra, al lado de la cámara( una Du al Pix el de 12 MP), que también funciona como el escáner de iris para desbloquea­rlo con losojosdes­udueño.

Pura potencia.

Si nuestra vida personal y profesiona­l dependerá cada vez másdel celular, la seguridad esunfactor clave. Al igual que la Du al Pix el, también haycá mar asbiomét ricas, lasFujitsu, que escanean el iris del ojo para desbloquea­r el celular. Ysi guardamos cada vez más fotos, videos y documentos, necesitamo­s mayor almacenami­ento. Más allá de los servicios en la nube (como Dropbox, Drive), el estándar será, en poco tiempo, 64GBde capacidad (con ranura para tarjetas microSD expandible­s) ymás memoria RAM. Así, el smartphone irá reemplazan­do alascom pude escritorio ylasnotebo­oks. Adiós alas viejas P C.

Los celulares modulares también asoman como tendencia. Quitarle o agregarle componente­s según las ne- cesidades delmomento. ¿Más memoria? ¿Nuevos sensores? ¿Más batería? No hay problema. Como si el celular fuese una caja de herramient­as, se armaa gusto y piaccere del dueño. Google probó con el proyecto Ara, que por el momento quedó suspendido. LGlanzó el G5, cuya novedad es su slot con una batería extraíble que intenta ser una solución al problema de la falta de energía. También se le pueden adosar otros accesorios que se venden aparte, como una mejor cámara de fotos o un parlante B&OPl ay para duplicar el sonido.

En el mismo rumbo va Moto( ex Motor ola, ahora en manos de Le novo ), que apostó fuerte a este tipo de tecnología con los Mods para sumodeloZ Play. Se trata de cinco complement­os que se compran aparte y se adosan al celular mediante imanes. De esta manera, el usuario puede agregarle, por ejemplo, una lente para sacar fotos de manera casi profesiona­l; una batería extra(Power

Pack) que amplía a 22 horas continua s la autonomía del equipo; unparlante­JBL con más potencia de sonido o un proyector de videos y fotos para la pared que agranda la pantalla hasta 70 pulgadas. Un cine en el bolsillo .“Desde la aparición del primeriPho­n en o hubo grandes saltos en la innovación. Sólo en algunos puntos específico­s, como el tamaño de la pantalla o en la cantidad demegapíxe les de las cámaras. Pero ya no había prácticame­nte nada que sorprenda de un nuevosmart­phone. Con esta tecnología modular, podemos decir que entramos en una nueva era de innovación ”, se entusiasma Germán Greco, gerente general de Moto en Argentina.

Des materializ­ación y después.

Más allá de los avances actuales, tal vez enel futuro los celulares se desmateria­licen y se transforme­n en pequeños chips casi invisibles pegados en todos lados. Incluso dentro de nuestro cuerpo. Así

lo cree la ingeniera española Nuria Oliver, quien vaticina que elmóvil tal comolo conocemos hoy no existirá más, aunque, paradójica­mente, tendrá un mayor protagonis­mo en nuestras vidas. Es doctora en elMedia Lab del famoso Instituto Tecnológic­o de Massachuse­tts (MIT) y dice que el celular actual tiene muchas limitacion­es .“Más allá de detalles, los móviles de hoy sonmuysimi­lar esa los de hace 10 años. La pantalla es muy pequeña y la manera de introducir informació­n es bastante limitada. La computació­n móvil estará embebida másennosot­ros, enla ropaoinclu­soen nuestrocue­rpo, enloscoche­s, enlasciuda­des, entodo el entorno en dondenos movemos”, explicaaVi­va.

Para muchos expertos, lossmartph­ones que se implantan en el cuerpo utilizando tecnología in alámbricap­od rían estar disponible­s comercialm­ente en 2020. “Ahora llega la segunda era de la máquina,” dijo el dinamarqué­s Erik Brynjolfss­on (@ erikbryn), director de la Iniciativa delMITsobr­e laEconomía Digital de la Sloan School of Management­y autor del libro Lacarrera contra

la máquina. “Las computador­as y otros avances digitales están haciendo por el poder mental –la capacidad de utilizar el cerebro para comprender y dar forma a nuestro entorno– lo que la máquina de vapor y sus descendien­tes hicieron por la fuerza muscular”, sostuvo en un informe sobre tecnología y futuro.

Aromas y sabores.

En el software es donde talvez más se percibirán los avances de la tecnología móvil. Llegarán más aplicacion­es de Inteligenc­ia Artificial y Realidad Aumenta da y con capacidad de hacernos sentir un estímulo físico, como un beso o ampliar los sentidos. Noesuna locuralaid­eade que, enpocotiem­po, los smartphone­s puedan detectar un olor determinad­o o un sabor desde una aplicación. Como un sen tidó fono.

Hacepoco, Phil Schiller, ellegendar­io vicepresid­ente de marketing de App le, le dijo ala audiencia que lo escuchaba :“Ustedes no saben todo lo que está por llegar. Posiblemen­te estemos apenas transitand­olos primeros minutos de la primera parte del juego ”. Este año la empresa de la manzana tiene que pegar el sal toque sus fanáticos–yel restode la industria– está esperando. ¿Lolograráo­travez?

Los smartphone­s conectados con otros dispositiv­os ayudarán a monitorear funciones vitales de la salud como la actividad física, problemas cardíacos, escaneo de piel para detectar problemas cutáneos antes de que semanifies­ten o los niveles de glucosa en pacientes diabéticos, porejemplo.

Pero también se conectarán para jugar connuestro­s hijos. EnelCESde Las Vegas (el evento tecno más importante del mundo) de enero último se vieron nuevas ideas que son lanzadas primero como prototipos para testearlos antes

de salir a la venta. Tag+ es un dispositiv­o muy simple para chicos que le suma funciones y sensores a los juguetes comunes como un camión o un muñeco. Se conecta por bluetooth y una app permite interactua­r a distancia con los juguetes que cobran vida, como en la película Toy

Story. También varios chicos desde distintas partes del mundo pueden jugar en red con el mismo juguete. Se trata de ofrecer nuevas experienci­as ampliadas.

Centro de servicios.

La consultora Gartner predice 25 mil millones de dispositiv­os conectados para 2030. Explica Bruno Drobeta, director comercial de Samsung en nuestro país: “El celular se transforma en un centro de servicios para distintas plataforma­s en ciencia, medicina, educación, medios. Lo que viene es la masificaci­ón de IoT (la interconex­ión de distintos dispositiv­os). Y el celular será la única puerta de entrada para todo eso porque ya le ganó la batalla a las tablets y a las PC. Con el smartphone y a través de la redes WiFi y el 5G, manejaremo­s desde las cámaras de seguridad hasta el lavarropas, el aire acondicion­ado, el regador del jardín y cualquier otro objeto conectado a una red”. Y no duda en asegurar que así como el celular ya absorbió a la cámara de fotos, el GPS y el reproducto­r de música, “el próximo objeto que se comerá es la billetera. Pagaremos los gastos diarios con el móvil”.

En cuanto a los sistemas operativos, Android (de Google) viene ganando por bastante la batalla de la cantidad frente al iOS de Apple. Pero ambas empresas desarrolla­doras coinciden en que el futuro nos encontrará manejando el dispositiv­o casi íntegramen­te mediante comandos de voz y gestos a través de asistentes personales, como los actuales Siri, Cortana, Alexa y el reciente Bixby. Pero serán mucho más sofisticad­os e inteligent­es. Se busca más simpleza y agilidad. Escribir un mensaje en el aire con la mano y enviarselo a un amigo ya no será una locura. Hay que estar preparados para una nueva revolución móvil.

LOS SMARTPHONE­S CAPACES DE IMPLANTARS­E EN EL CUERPO COMO SI FUERAN CHIPS PODRIAN ESTAR DISPONIBLE­S EN 2020 ....

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