TE QUIERO VERDE
Decoración y ambiente. Los jardines verticales están apareciendo por todas partes. Además de ser muy bellos, regulan la temperatura y atrapan contaminación.
Los jardines verticales tienen siglos de historia aunque ahora la pasión por la naturaleza revitaliza este concepto y comienzan a surgir en paredes exteriores de edificios y puentes, y en los interiores de hoteles, túneles y empresas. Son obras de arte vivo, que suelen ser de múltiples especies coloridas, que atraen la atención y forman parte de recorridos turísticos.
“Aportan belleza, sirven de filtros de aire siendo reguladores de térmicos que minimizan la temperatura del exterior, la contaminación sonora y ambiental. Retienen el agua de lluvia y generan oxígeno”, explica Gernot Minke, arquitecto e ingeniero alemán.
GWall es una compañía líder argentina en la construcción de jardines verticales, elementos que en el siglo pasado revalorizó Le Corbusier, luego el botánico francés Patrick Blanc. GWall hizo, hasta el momento, 380 paredes verdes. Crearon, por caso, los ARQUITECTURA jardines colgantes de plantas copiosas de Arredo, Aeropuerto 2000, Techint, de edificios gubernamentales y carteles publicitarios.
“Se adaptan a cualquier superficie e iluminación. La instalación es simple con riego automatizado. Son composiciones vegetales sobre estructuras livianas. Embellecen ciudades como Nueva York, Barcelona, Berlín, Londres, París, Syndey y Shangai”, explica Emiliano Goytea, quien trabaja con el experto Julián Poggio.
La construcción de las forestas aéreas se basa en la capacidad de la vegetación para vivir suspendida. Puede crearse un muro con macetas colocadas en línea, o en palets o en portamacetas de tela derivada de plásticos reciclados. La arquitecta Lucía Igoa cuenta que en la Escuela Argentina de Diseño dan cursos específicos y realizan recorridos por jardines de la ciudad de Buenos Aires.
LOS JARDINES VERTICALES SON OBRAS DE ARTE VIVO. EN BUENOS AIRES, YA FORMAN PARTE DEL RECORRIDO TURISTICO. ADEMAS, RETIENEN EL AGUA DE LLUVIA Y GENERAN OXIGENO. ...
POR MARIA TERESA MORRESI ILUSTRACION: DANIEL ROLDAN