y Chi Kung. Tai Chi Chuan
Tai Chi Chuan y Chi Kung. Basadas en la meditación, permiten tratar distintas patologías, rejuvenecer el cuerpo, la piel, y también contribuyen a lograr un estado de felicidad y armonía.
Son disciplinas milenarias de la China. Su propuesta es focalizar la atención en uno mismo, en el momento presente, en el aquí y ahora, por lo que se las cataloga como técnicas de meditación en movimiento. “Se basan en ejercicios para la salud que, por medio de la respiración, la meditación y los movimientos, ayudan a lograr el equilibrio físico, mental, emocional y espiritual”, dice Noelia Patruno, instructora, cinta negra otorgada por la Escuela Ar- gentina de Tai Chi Chuan y la Federación Metropolitana de Wu Shu Mien Chien.
No poseen contraindicaciones y las pueden realizar personas de cualquier edad y condición física. Además, generan beneficios que también se manifiestan a nivel estético.
“Esto se debe a que aumentan el flujo sanguíneo y favorecen la eliminación de toxinas”, dice Patruno. La depuración se refleja en la piel, le da luminosidad y textura sedosa y elimina signos de fatiga y estrés. Además, co-
rrige malas posturas, afecciones dérmicas, estiliza la figura y logra estimular el rejuvenecimiento del cabello y también de las uñas. También, “en las clases enseñamos masajes faciales y corporales puntuales en los tejidos, para retrasar el envejecimiento de la piel”, detalla la experta.
El Tai Chi Chuan, que se basa en la filosofía taoísta del ying y el yang, es conocida como un arte marcial interno. “Trabaja focalizando la lucha hacia los sentimientos de temor y obstáculos de cada practicante, que le impiden avanzar en ciertas cuestiones”, explica Patruno.
Los ejercicios permiten aprender y repetir secuencias. “Son movimientos lentos, simples que incrementan la vitalidad física y mental, optimizan la elasti- cidad, mejoran el equilibrio y la circulación sanguínea y fortalecen el sistema inmunitario”, cuenta Horacio Carrasco, profesor de tai chu y chi kung y Presidente de la Federación Metropolitana de Arte marcial Chino Wu Schu. De ahí que los efectos de estas técnicas –ya comprobados por la ciencia– sean tan valorados para la prevención y la curación de distintas enfermedades.
Paz y armonía
La clase tiene una duración aproximada de una hora, puede acompañarse con melodías de meditación, pero en general se realizan en silencio. Como desde su origen es un arte marcial que promueve la defensa personal, suelen utilizarse “armas” – como espadas rectas, pelotas y abanicos–. Si bien lo ideal es practicar el tai chi en contacto directo con la naturaleza y en espacios al aire libre, también es posible hacerlo recreando un ambiente interior armonioso donde deben estar presentes los cinco elementos del feng shui: madera, tierra, agua, metal y fuego.
“Al finalizar, el practicante queda con una sensación de bienestar, armonía y paz, que se traduce en felicidad y alegría”, resume Carrasco.
El Chin kung o gimnasia energética “combina la respiración con el movimiento y la conciencia a través de ejercicios estáticos y dinámicos, formas suaves, esti- ramientos, visualizaciones, meditaciones, relajaciones y automasajes destinados a potenciar el estado de salud, movilizando la energía del cuerpo a fin de sanar, revitalizar y generar un desarrollo espiritual”, relata Mirta Carri, profesora y terapeuta de chi kung, maestra de reiki y miembro de la Chinese Health Qi Gong Association. Además, es efectivo como método preventivo en casos de hipertensión, artrosis, diabetes y osteoporosis.
En el chi kung no hay esfuerzo muscular, ni aceleración cardíaca pero siempre es necesaria la orientación y supervisión de un maestro calificado.
EL TAI CHI CHUAN Y EL CHI KUNG SON PRACTICAS MILENARIAS DE ORIGEN CHINO, EFECTIVAS PARA ALCANZAR EL BIENESTAR.