LA IMAGEN AL PODER
Tendencia. Las mujeres de la política se han convertido en los nuevos íconos de moda. Sus looks invaden las redes sociales y los diseñadores mueren por vestirlas. Las primeras damas, también en la mira.
Cuando a mediados de los años 50 Audrey Hepburn se convirtió en la musa de Hubert de Givenchy, la dupla le demostró al mundo que las actrices podían ser íconos de estilo. Luego, en los 90, aparecieron las supermodelos que encandilaron al mundo con su belleza y se convirtieron en las nuevas referentes de la moda. Las tops reinaron hasta el 2000, cuando comenzaron a competir con actrices y cantantes que acapararon las tapas de las revistas y los contratos de las empresas de cosmética más importantes.
Ahora, con el boom de las redes sociales, llegaron las influencers. Pero no son las únicas. Las mujeres del poder, de la política, especialmente las primeras damas, cada vez ocupan un lugar más destacado en lo que a imagen se refiere.
Basta ver lo que produce Melania Trump con cada uno de los modelitos que luce en sus apariciones públicas. Hablan de sus looks en la web, en los diarios y en la televisión. ¿Quién no recuerda el escándalo que se produjo cuando en Italia apareció con un tapado Dolce & Gabbana valuado en más de 50.000 euros? Y no olvidemos todos los rumores que decían que ningún diseñador top la vestiría si Trump ganaba las
elecciones. Hoy desde Carolina Herrera a Giorgio Armani han manifestado que quieren vestir a Melania. A pesar de esta “aceptación de la alta moda”, la ex top eslovena aún no logró su tapa de Vogue como primera dama, algo que sí consiguieron Hillary Clinton y Michelle Obama. La esposa de Barak, que durante su gestión apoyó nuevos talentos del diseño como Jason Wu, Isabel Toledo y Phillip Lim, entre otros, hizo tres tapas para la edición americana de la prestigiosa revista.
Y si de “tapas poderosas” se trata, basta ver lo que provocó Brigitte Macron cuando recientemente posó para la revista Elle francesa. No sólo se agotó la publicación, sino que la web del medio recibió más de 400.000 visitas. Es que la actual primera dama francesa también está en la mira de la moda y se viste casi exclusivamente con la firma Louis Vuitton. Sus favoritos son los equipos que resaltan sus piernas súper delgadas. También usa a menudo jeans, blazers y chaquetas bomber.
Otra primera dama con mucha presencia en los medios fue Carla Bruni, la más experimentada de todas a la hora de posar, ya que formó parte del fenómeno de las supermodelos. Madame Sarkozy no sólo fue elogiada por su belleza y sensualidad cuando acompañó a su marido, sino que fue tapa de Vogue París y la imagen de joyas Bulgari apenas dejó el Eliseo.
El fenómeno de las mujeres del poder y la imagen es tan fuerte que llega hasta la canciller alemana Angela Merkel, fanática de los sacos de colores. A raíz de su vestidor, en las redes sociales se habla del “Pantone de Angela Merkel”: es una recopilacion hecha por la diseñadora gráfica holandesa Noortje van Eekelen. Muestra los sacos de Merkel ordenados por tonalidades con más de 100 fotos, como el Instituto Pantone exhibe los colores de moda cada año.
Nuestra primera dama Juliana Awada tampoco se queda atrás: ha demostrado estar a la altura de las circunstancias y no tiene nada que envidiar a sus colegas. No sólo salió en la tapa de Vogue Latinoamérica sino que por cada una de las elecciones de su vestuario recibe los mejores comentarios. Siempre se viste con diseñadores argentinos como Gabriel Lage, Graciela Zito, Laurencio Adot, Ménage à Trois, Marcelo Giacobbe, Javier Saiach, Ginebra, Mila Kartei y Roma Renom, entre otros, como para dar algunos nombres.
Evidentemente, las hederas de Jackie Kennedy, la primera dama en crear un estilo propio, van por el suyo.