Un gadget para gasificar agua
¿Cansado de un mundo repleto de trámites, que implican filas en el banco y papeles, y más papeles? Por suerte, de a poco, el futuro va llegando, con nuevas opciones para mejorar nuestros días como ser la llamada “firma biométrica”, que no busca reemplazar al clásico garabato que hacemos en cheques y contratos, sino dar un paso más allá . Se trata de registrar la firma en un dispositivo similar a una tablet, pero con gran cantidad de sensores. Los mismos crean una suerte de “electro- cardiograma” de la firma con parámetros como la presión, la aceleración, la velocidad, las inflexiones y el ángulo en el que firmamos. “Probablemente nadie firme tres veces de la misma manera, pero sus datos biométricos son siempre los mismos”, explica Cristian Gallastegui, Ejecutivo de Cuentas de Hasar Sistemas, que implementa esta tecnología en nuestro país. “Cada vez que un cliente haga un trámite, se podrá validar en tiempo real la identidad.” Gracias a una serie de normativas de digitalización, que comenzó a implementar el Banco Central a partir de 2016, hoy la firma biométrica representa la voluntad de consentimiento de un cliente y tiene validez legal pero, a diferencia de la analógica, permite identificar un fraude en el momento. Algunas entidades bancarias ya la están implementando en sus sucursales y se espera que sea una tendencia que crezca. Un costado positivo: como ya no hay papel en el medio, los árboles sonríen.