Veinte Preguntas Carlos Sorín

Acaba de rodar su noveno filme, Joel, en Tierra del Fuego, y de ser homenajeado en el Festival de Puerto Madryn. “Con Buenos Aires mi relación es de amor-odio”, dice.

1

Hiciste cine, teatro, ópera. ¿Qué te queda? Planteado así, parecería que fuera un autor polifacético. Pero no. Hice la puesta de una ópera en el Colón porque me parecía muy interesante. No lo volvería a hacer. Dirigí Equus porque pensé que sería divertido. Tampoco lo repetiría. Hice películas, pero no tantas: nueve, con la que acabo de terminar.

2

Si encontrás una película tuya en TV, ¿la mirás? Me resisto. Las películas envejecen mucho más rápido que uno. Hace poco no tuve más remedio que ver La película del rey y me preguntaba: ¿Por qué puse la cámara en esa posición complicada? ¿Cómo no ablandé ese diálogo? Treinta años no pasan en vano.

3

¿Qué películas te hicieron llorar? No soy de llorar en el cine. Pero me emociona una escena de Umberto D, de Vittorio De Sica. Cuando el anciano, acosado por la pobreza, decide pedir limosma en la calle. Extiende la palma de la mano hacia arriba. Se le acerca un hombre y él, de pronto, gira la palma hacia abajo, como si comprobara si empezó a llover, en una reacción de dignidad. Sublime.

4

¿Mirás cine pochoclero? Desde que empecé a mirarlo con mis nietos, lo respeto. Hay tanques hollywoodenses con una realización impecable, una creatividad fresca y potente. A una isla desierta me llevaría Toy Story I, II y III.

5

Alguna vez declaraste: “Soy un escéptico absoluto, pero lo disimulo”. ¿Cómo es eso? Cuando emprendo una película soy muy optimista. Me digo: esta vez sí, voy a hacer una del nivel de los maestros que admiro. Ese optimismo, ese simulacro de optimismo, es mi combustible, pero en el fondo sé que no será así, que haré una a escala de mis posibilidades. Además, ante el equipo, los actores y los productores hay que mostrarse seguro y entusiasta, especialmente cuando uno siente lo contrario.

os fan del boxeo, ¿qué opinás de los dicen que no es deporte? El boxeo siempre me apasionó. Estuve por hacer un filme sobre Bonavena y tengo otros dos guiones que no llegué a realizar. En el boxeo, todos, incluidos los ganadores, son finalmente perdedores. Es probable

que no sea un deporte. Como escribió Joyce Carol Oates: se juega al fútbol, al tenis, no al boxeo. No es un juego. Se parece más a una metáfora de la vida.

7

¿Es cierto que al rodar Eterna sonrisa de New Jersey hiciste a Dany DayLewis hincha de Boca? No. El fue a la Bombonera con los electricistas.

8

¿El cine te ayudó a gastar la plata que ganaste en publicidad? Digámoslo así: la publicidad, a la que le dediqué veinte años más de lo que hubiese debido, me permitió autofinanciarme películas. ¿Cómo iba a conseguir que alguien pusiera dinero para un filme en el que un viejo busca a un perro?

9

Tus personajes son perdedores. ¿Qué te atrae de los antihéroes? Hay un sentimiento dramático de la vida sin el cual es difícil la creación artística. Está en todos: algunos lo descubren al final de sus vidas. En el perdedor, que muere un poco cada día, es cotidiano. Podría hacer un filme de un empresario exitoso, pero todavía no lo he intentado.

10

¿Cómo te llevás con lo porteño? Vivo en un campo rodeado de vacas, caballos y árboles. Eso hizo que me atrajeran las ciudades. Entre el Parque Nacional Yellowstone y San Francisco, elijo San Francisco. Con Buenos Aires, ciudad en la que nací, mi relación es de amor-odio. Ahora que volví de rodar en Tolhuin, Tierra del Fuego, fue evidente para mí la aspereza de la gente de la Capital.

11

¿Qué se ve distinto, en el cine o en la vida, después de los 70 años? En mi caso, el cine como lenguaje fue perdiendo importancia. Me importa de qué hablo más que cómo lo hago. Y mi interés pasó de la cámara a la actuación.

12

En la película After Life, los que morían podían elegir un momento pasado para vivirlo eternamente. ¿Cuál

elegirías? Los momentos inolvidables son inolvidables porque uno los olvida y cada tanto los trae a la memoria. Si me viera obligado a vivir uno eternamente, se me volvería insoportable.

13

¿Un artista sigue viviendo en su obra? Woody Allen dijo que prefería seguir viviendo en su living de Manhattan. Yo, igual. Querría sobrevivir en el living de Woody Allen en Manhattan.

14

¿Qué crítica te causó mayor indignación? Los críticos han sido benevolentes con mis películas, aun con las que no lo merecían. Ante una reseña negativa, mi reacción es defensiva. Después, en frío, descubro que muchas objeciones no sólo son consistentes sino que tienen un eco en mí; me confirman sospechas.

15

¿Se te acabará la Patagonia como locación? Mis historias podrían suceder en cualquier lado, en Villa Lugano. Pero no me gusta filmar en la ciudad. Y, como hice siete de mis nueve películas en el sur, tengo un reflejo pavloviano que no me permite disociar la Patagonia de la extenuante aventura del rodaje.

16

Victoria Almeida protagoniza Joel. ¿Por qué no habías hecho filmes con protagónicos femeninos? Quería. Con Joel se dio. No sólo la protagonista es una mujer; el tema es excluyentemente femenino: la maternidad.

17

¿Mirás cine en cualquier dispositivo o sos talibán de las salas? Veo cine en la computadora. Pero no mucho. Antes era un cinéfilo perdido. Ahora me da pereza ver películas y más ir a una sala. Sí me interesa hacer cine y seguir a autores como Haneke, Bilge Ceylan y otros.

18

¿Las series están superando en calidad y espectadores al cine? Por los cambios tecnológicos, están superando a los tradicionales formatos cinematográficos en cantidad de espectadores. Lo de la “calidad” es más subjetivo.

19

¿Qué secuencia cambiarías de alguna película tuya? Ninguna. No puedo cambiar mi pasado. Cuando termino una película la abandono lo más rápido posible. Lo importante es la siguiente.

20

¿Por qué no te gustan las entrevistas? Eso no es del todo cierto. Les tengo cierta aprehensión a los títulos, que no son necesariamente del periodista. Pueden pegarte a una opinión que no compartís y, en Internet, darles de comer a los trolls. No siempre es así. Con esta entrevista me he sentido cómodo.

“LAS PELICULAS ENVEJECEN MUCHO MAS RAPIDO QUE UNO.” ...

“A UNA ISLA DESIERTA ME LLEVARIA TOY STORY I, II III.”