Clarín - Viva

SOBREVIVIE­NTES DE ATENTADOS DEL TERRORISMO ISLAMICO CUENTAN SUS TRAUMATICA­S EXPERIENCI­AS -

- POR LAUREANO DEBAT, DESDE BARCELONA

Durante un concierto de Radiohead, en el festival Primavera Sound 2016 de Barcelona, tomaba una cerveza junto a una joven francesa y dos amigas suyas recién llegadas de París. Cuando las chicas se fueron al baño, mi amiga me pidió que ni les mencionara la toma de rehenes del Teatro Bataclán. Habían pasado cinco meses desde el 13 de noviembre de 2015, cuando una serie de atentados encadenado­s conmociona­ba a la capital francesa y culminaba con el ingreso de un grupo de terrorista­s armados al concierto de Eagles of Death Metal. Unas 89 personas fueron asesinadas en ese teatro y de diferentes maneras: a cuchillo, a metralla o pistola.

Las dos chicas francesas que seguían en el baño habían estado esa no- che. Una de ellas, incluso, llegó a tener el cañón de una escopeta en su sien. “No les preguntes nada, todavía no pueden ni hablar del tema”, me decía mi amiga. Las dos seguían con tratamient­o psiquiátri­co, de baja laboral y con medicación. Esta escapada a Barcelona era la primera que hacían después de aquella experienci­a traumática. “Ahora que lo pienso, puede pasar aquí también, ahora mismo, en cualquier sitio”, decía mi amiga bajo la voz magnética de Thom Yorke.

Un año después se ratificaba­n sus sospechas. Una furgoneta conducida por Younes Abouyaaqou­b se metía a toda velocidad por las Ramblas de Barcelona, haciendo zigzag para tratar de arrollar a la mayor cantidad de gente posible. El saldo: 13 muertos y más de 100 heridos, dos muertos del atentado de Cambrils, un muerto durante la huida de Younes, el plan fallido de atentar contra la Sagrada Familia con centenares de bombas caseras hechas con garrafas de gas.

Hoy la ciudad pareciera haberse olvidado de los atentados, al menos en su fisonomía. Pero los atentados sobreviven, más que nada, en los traumas personales. Durante la noche que siguió a los ataques de las Ramblas y hasta el día de hoy, intenté hablar con algún sobrevivie­nte y no hubo caso. En todas las institucio­nes de todos los ámbitos me dijeron que era imposible. “Hay que esperar”, era la frase recurrente. Con Pablo Abecasis, uno de los argentinos sobrevivie­ntes, intenté contactarm­e durante meses a través del Consulado Argentino en Barcelona. Pablo fue embestido por

la furgoneta y tuvo suerte: las heridas físicas que le ocasionó el atropello fueron leves. Siguió yendo algunas semanas más a hacerse controles, para chequear que las contusione­s en su cuerpo, los golpes en la cabeza y la mandíbula estuviesen sanando bien. Sigue traumado y sin trabajar, con medicación y asistencia psiquiátri­ca, con su hermana cuidándolo todos los días y ayudándolo a salir adelante.

Con 36 años y más de 10 en la capital catalana, Pablo trabajaba en un quiosco de diarios y revistas en las Ramblas y jamás pensó que alguna vez tendría que decir no, una y otra vez, ante la insistenci­a de un periodista tratando de que le cuente cómo es sufrir en carne propia un atentado. Y de vivir para contarlo (o seguir padeciéndo­lo).

La otra argentina sobrevivie­nte

EN LA 4° OLA DEL TERROR

El historiado­r David Rapoport, de la Universida­d de California (UCLA), analiza este fenómeno en Las cuatro fases del terrorismo. Dice que la cuarta ola es religiosa y aunque suele asociarse sólo con el islam, asegura que eso no es así. Comenta que arrancó con budistas en Sri Lanka y con la población tamil de ese país, que es hinduista. Ellos inventaron la técnica del hombre-bomba. El primer atentado de Al Qaeda fue en 2000 y la aparición de lsis resignific­ó la palabra terrorista. Según Rapoport, esta ola terminará en 20 años. fue María Cristina Deambrosi, de 67 años. Estaba en la ciudad haciendo turismo y paseando cuando escuchó los gritos de pánico, el sonido de un motor cercano y comenzó a correr, con la mala suerte de que se tropezó y se fracturó fémur y pelvis. Cristina mantuvo el mismo hermetismo que Pablo. Estuvo internada durante un mes. No quiere recordar nada del tema.

Hace poco volví a ver a mi amiga francesa y le pregunté por esas dos chicas que conocí en el concierto. Los atentados de Barcelona me las trajeron a la memoria y quería saber cómo estaban. Mi amiga me dijo que seguían igual, sin trabajar, con pastillas para dormir, con asistencia psiquiátri­ca. Y sin mencionar el tema. Pasaron dos años de la toma del Bataclán. Habrá que esperar.

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 ??  ?? Una camioneta atropelló y mató a 8 personas, entre ellas, 5 amigos de Rosario. El Isis se atribuyó el atentado.
Una camioneta atropelló y mató a 8 personas, entre ellas, 5 amigos de Rosario. El Isis se atribuyó el atentado.

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