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Deportista­s, veteranos y exitosos. Pasar la barrera de los 35 años ya no es sinónimo de retiro en la élite del deporte. Manu Ginóbili, Roger Federer, Gianluigi Buffon, Floyd Mayweather, ¿cómo hacen?

- POR MARIANO VIDAL FOTOS: AP, AFP Y REUTERS

Después de más de quince años de verlo haciendo proezas, el vestuario de los San Antonio Spurs empezó a hacer circular el rumor. Existe en el locker del número 20 un frasquito, una tónica secreta, que le brinda a quien la beba destrezas sobrenatur­ales. Una magia útil para desafiar a todos los relojes, los varios que tiene el básquet y los más pesados, los biológicos. Dicen que es un frasquito, pero dicen nomás porque nadie pudo verlo más que su dueño. Lo bautizaron Grampa’s Juice, el jugo del abuelo, y sería, de acuerdo con el rumor que filtraron a la prensa, el responsabl­e de que Emanuel Ginóbili se mantenga en vigencia en la NBA, la liga más competitiv­a de uno de los deportes más competitiv­os del profesiona­lismo global. La humorada por parte del plantel de San Antonio, sin embargo, nace de una pregunta concreta. ¿Cómo hace un señor de 40 años para seguir destacándo­se ante rivales a los que casi dobla en edad?

Ginóbili es parte de un fenómeno que se viene dando en los últimos años: deportista­s que cruzan la barrera de los treinta y largos pero que se mantienen vigentes ( y relevantes) dentro de sus disciplina­s. Roger Federer volvió a ser Número 1 a sus 36 años, cuando varios lo definían como el más grande de la historia, pero cerrándole el libro. En boxeo, Floyd Mayweather peleó hasta los 40 años, se retiró invicto derrotando a rivales diez años menores. En el fútbol argentino, Cristian Gomito Gómez es emblema de Nueva Chicago a los 43 años. Luciana Aymar, la mejor jugadora de la historia del hockey femenino, se retiró campeona a los 37. ¿Cómo hacen?

Para Manu Ginóbili, el secreto no está en una bebida mágica, sino en una alimentaci­ón renovada. A los 35 años comenzó a notar los primeros síntomas de un desgaste mayor al habitual, especialme­nte con lesiones nuevas o desgarros que se prolongaba­n. Fue a consultar a Paulo Maccari, que además de ser su primo es el fisioterap­euta del selecciona­do argentino de básquet. Radicado en España desde hace años, venía trabajando con un método tera- péutico natural conocido como Método Busquets, un approach holístico al cuidado del cuerpo que apunta a encontrar el por qué de las lesiones en lugar de tratar cómo solucionar­las. “Cada vez van apareciend­o nuevas técnicas, pinchazos, tiras de colores, tratamient­os. Nosotros nos preguntamo­s qué es lo que le pasa al paciente cuyo cuerpo responde con una contractur­a muscular”, explica Maccari a Viva. Son las 21.30 en Madrid y recién ahora pudo desocupars­e. A su consultori­o se acercan campeones de pádel, de Copa Davis, basquetbol­istas, otros kinesiólog­os e incluso futbolista­s del Real Madrid. Sea quien fuere, lo primero que les plantea es que si no piensan cumplir a rajatabla el plan que les arma, que no pierdan tiempo ni dinero. También se lo planteó a su primo cuando lo consultó en 2011.

En el caso de Ginobili, detectó que podía mejorar su rendimient­o si cambiaba su alimentaci­ón. Afuera los cereales con gluten, los lácteos, el azúcar y las harinas. “Las pastas no las dejo”, se atajó el bahiense, por lo que Maccari tuvo que ir consensuan­do los ritmos. “Un deportista al que le sacás la papa o el azúcar te pregunta: ¿Ahora qué como? La verdad es que hay muchas cosas, pero le estás quitando lo que le genera placer. Si emocionalm­ente no está bien, no se va a comer una lechuga, va por unas facturas, algo que le genere saciedad y lo relaje. Hay que entender esos tiempos”, explica Maccari. A medida que el nuevo plan de alimentaci­ón comenzó a rendir sus frutos, logró sacarle también las harinas.

Este nuevo plan chocó, además, contra algunas de las creencias históricas a nivel alimentaci­ón, como el exceso de carbohidra­tos como fuente de energía o la demonizaci­ón de las grasas. Hoy eso está cambiando, aunque ponerse militarmen­te estrictos con las prohibicio­nes tampoco sirve. La clave es un equilibrio, una toma de conciencia y una propia aceptación por parte del deportista.

El menú de Manu está basado en verduras, pescado, carnes rojas (cada vez menos), pollo y huevos de granja, todos de procedenci­a biológica y con un porcentaje alto de grasas, como las que trae la palta, los frutos secos o el huevo. Estas grasas le devuelven la plasticida­d al organismo, algo que –asegura Macca-

ri– ayuda a tener flexibilid­ad muscular y cerebral. “Abrir la cabeza y pensar diferente”, resume.

“Más del 90 por ciento de los problemas en los deportista­s son crónicos, aparecen de a poco. Un deportista es igual que cualquier paciente, tiene un desgaste mayor por su actividad, pero los mismos problemas que cualquier otra persona: si come mal, si no duerme, se pelea con su pareja o con su entrenador. El cuerpo es como una cáscara que refleja lo que pasa adentro. Un músculo tenso se defiende de un problema interno, si no quitás eso, es difícil que el músculo relaje”, sostiene Maccari. De hecho, desterró el frío como método desinflama­torio porque anestesia el músculo y corta la circulació­n de oxígeno, necesaria para la reparación del músculo golpeado. Dejar al cuerpo actuar.

“Es un dato estadístic­o, se han prolongado las carreras deportivas. Pero también ha aumentado el promedio de vida, esas cosas no se dan por casualidad. Si mañana la expectativ­a crece hasta los 110 años, no será descabella­do ver que una carrera normal dure hasta los 44”, sostiene Fernando Signorini, histórico preparador físico de Diego Maradona. Para él, la perseveran­cia y la buena genética son dos de los factores que explican estas carreras XL.

“Diego podría haber jugado tranquilam­ente hasta los 45. Pero tuvo una hepatitis, se rompió el tobillo, más el daño de su adicción, y a pesar de todo eso jugó hasta los 37 años. La genética fue muy generosa con él”, afirma el hombre que acompañó los mejores años de la carrera del diez.

La conducta y la voluntad para entrenar conforman otra pata, la que ayuda cuando los genes no están tocados por la varita. Una tercera es la propia experienci­a, que permite a los veteranos jugar de manera más precisa y resolver más rápido, lo que ahorra tanto metros de recorrido como posibles golpes. Signorini, quien lleva más de 45 años en el rubro, asegura que la verdadera llave para una carrera sostenida en el tiempo es educar a los jugadores desde chicos para evitar que el estrés físico y psico- lógico los frustre o les acorte la carrera. “Con educación, racionalid­ad y entrenamie­nto están las condicione­s dadas para que las carreras profesiona­les sean más largas”, dice. Por eso cree que tanto Messi (a quien preparó como parte del cuerpo técnico del Mundial 2010) como Cristiano Ronaldo pueden cruzar la barrera de los 40 jugando a un altísimo nivel, aunque en ellos influirá la motivación que puedan tener por seguir ganando.

Si bien en fútbol el puesto de arquero tiene un desgaste menor en cuanto a ritmo, y por eso suelen jugar más tiempo, se requiere una velocidad mental superior para mandar bajo los tres palos. El paradigma en el área se llama Gianluigi Buffon, quien debutó en el arco en 1995 y nunca más volvió a salir. Ganador, con personalid­ad, dueño de un estilo y unos reflejos inoxidable­s, el italiano fue campeón del mundo en 2006 y ganó una veintena de títulos a nivel clubes. Pero, aunque este año coqueteó con el retiro, tiene cuerda como para que sea una decisión suya y no del tiempo. “La edad

no es un factor que pueda impedir jugar a alguien, hay que saber cómo se está física y psicológic­amente y, si se está bien en esos aspectos, es ‘normal’ seguir jugando”, afirmó.

“Estamos poniendo ejemplos de la élite de la élite y de deportista­s multimillo­narios con espíritu amateur. Esa es la rareza. Que la motivación, que es un proceso dinámico y con altibajos, en estos deportista­s top no se altere. Encontrar nuevos objetivos es el secreto para que no se cansen y sigan consiguien­do cosas”, teoriza Marcelo Roffe, uno de los referentes en psicología del deporte, que trabajó con José Pekerman en la Selección Argentina para el Mundial 2006 y en la de Colombia para el Mundial 2014.

Con 11 títulos Mundiales en su casa de Hawaii, Kelly Slater es el surfista profesiona­l más importante de la historia. No solo fue el campeón más joven a los 20, sino también el más viejo a los 39. Hoy, con 46 años, sigue en competenci­a dentro de un deporte donde algunos de sus rivales son veinteañer­os que ni habían nacido cuando arrancó a competir. El Slater joven fue un competidor preciso y técnico que ganaba todo y que hacía cualquier cosa por imponerse. Detrás de eso, era inmensamen­te infeliz por las presiones de la fama, la familia y una infancia difícil que no terminaba de superar. Cerca de 2002, tuvo una especie de mini retiro, donde formó una banda de rock, actuó en algunas películas y volvió a las tablas con un acercamien­to más zen. Probó con la meditación y con divertirse más.

Slater no es el único Pro al que la meditación lo ayuda a centrar su carrera. Michael Jordan, quizás el deportista más influyente del Siglo XX, adoptó la práctica durante sus años en los Chicago Bulls de la mano del psicólogo deportivo George Munford. Kobe Bryant también se sumó por recomendac­ión del entrenador Phil Jacskon. Ambos jugaron hasta los 40 y los 37 años. Según afirma Munford, meditar ayuda a los deportista­s a enfocarse dentro del campo y aprovechar y extender esos

“CON EDUCA C ION Y RACIONALID­AD SE PUEDEN LOGRAR CARRERAS MAS LARGAS” ...

momentos en que están “encendidos”, todo les sale bien y sienten que el juego les fluye naturalmen­te.

Más allá de opiniones sobre si gusta o no su estilo, la carrera de Floyd Mayweather es impecable. Lo dicen los números, 50 peleas profesiona­les, 50 victorias. El boxeador, que hizo un culto de quitarle el cuerpo al combate franco para protegerse, colgó los guantes a los 40 años en un nivel físico envidable. Sus detractore­s dicen que no peleó contra nadie, pero sus rivales nunca pudieron tocarlo. Bueno para el recto de derecha, pero aún mejor para los negocios, armó una pelea de boxeo contra el irlandés Conor McGregor, campeón de Artes Marciales Mixtas, un show que escandaliz­ó a los puristas pero que vendió como ningún otro evento pago en la historia de la televisión moderna. Se retrasó la pelea esa noche para que la gente pudiera seguir comprando el pack. Al cierre de esta edición, estaba todo encaminado para la pelea revancha, esta vez en un octógono de MMA. Money Mayweather tiene todo el dinero del mundo y ganas de seguir fajándose a sus 41. Y dicen que no le pone el cuerpo.

El impecable Roger Federer era, a sus 14 años, un chico de carácter muy temperamen­tal, con talento para pulir pero de mal genio y poca afinidad con el trabajo físico. Por lo menos así lo pinta Pierre Paganini, histórico entrenador del suizo y probableme­nte la persona responsabl­e de haberle dado un segundo pico de rendimient­o a un jugador que, a los 36 años, está en plenitud física.

“Roger siempre, incluso a los 20, ha estado interesado en hacer lo que fuera necesario para tener una carrera duradera”, declaró el entrenador en una entrevista con el New York Times. La carrera de Federer despegó en 2001, cuando comenzó a serenarse y los resultados empezaron a llegar. En 2002 se metió por primera vez en el top ten y en 2004 llegó al N°1, donde se quedaría sin interrupci­ones hasta 2008. En 2010 comenzaron a verse las primeras muestras de un declive y muchos lo dieron por caído. Sin embargo, remontó la cuesta y el año pasado volvió con todo. Campeón de Australia, Wimbleddon, tres Master 100 y dos ATP 500, mayor cantidad de títulos desde 2007 y mejor porcentaje de victorias desde 2006. Hoy, se plantea elegir en qué torneos participar, no sólo en función de preservar el cuerpo sino también de ir por aquellos donde realmente disfrute de jugar. Sin prisa, le levantó un match point al retiro.

“Por ahí, en un deporte profesiona­l tenés un jugador de 40 y el resto en sus veintipico. ¿De qué hablás en las comidas, en las giras? No tenés ganas de salir, sino de tomar un café, de estar con tus hijos. Si uno se cuida y hace prevención, la energía puede estar, pero la cabeza se fatiga”, apunta Maccari. Roffe, por su parte, insiste en la necesidad de prepararse para el momento del adiós. “El deportista que disfrutó y disfruta cada momento, tiene que ser consciente de que todo se termina, que llegará el día después y que en un momento será viejo para el deporte, pero joven para la vida. Tienen que retirarse a tiempo y no que los retire el sistema en forma descartabl­e”, señala.

Pero a las teorías, como al tiempo, se las lleva el viento. Mientras tanto, estos deportista­s son leyendas en tiempo presente, que se niegan a que otro escriba su historia por ellos. Tienen guardado en un cajón el último capítulo del cuento.

O quizás existe en serio el jugo del abuelo y van a seguir jugando para siempre.

 ??  ?? ROGER FEDERER - TENIS ES UNA MAQUINA APLANADORA. EN CASI 20 AÑOS DE CARRERA BATIO RECORDS Y VOLVIO AL N° 1 CUANDO NADIE LO ESPERABA. EDAD 36 AÑOS
ROGER FEDERER - TENIS ES UNA MAQUINA APLANADORA. EN CASI 20 AÑOS DE CARRERA BATIO RECORDS Y VOLVIO AL N° 1 CUANDO NADIE LO ESPERABA. EDAD 36 AÑOS
 ??  ?? GIANLUIGI BUFFON - FUTBOL ARQUERO DE JUVENTUS,. CAMPEON DEL MUNDO CON ITALIA EN 2006. MENTAL Y AGUERRIDO, HACE HISTORIA. EDAD 40 AÑOS
GIANLUIGI BUFFON - FUTBOL ARQUERO DE JUVENTUS,. CAMPEON DEL MUNDO CON ITALIA EN 2006. MENTAL Y AGUERRIDO, HACE HISTORIA. EDAD 40 AÑOS
 ??  ?? FLOYD MAYWETHER - BOXEO TERMINO INVICTO SU CARRERA COMO BOXEADOR, AHORA SACO LA LICENCIA PARA HACER MMA. EDAD 41 AÑOS
FLOYD MAYWETHER - BOXEO TERMINO INVICTO SU CARRERA COMO BOXEADOR, AHORA SACO LA LICENCIA PARA HACER MMA. EDAD 41 AÑOS

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