Un hombre que se animó a afrontar lo desconocido
Fue un agradable encuentro el que tuvimos con Arnaldo André. Hacía ya unos largos años que no nos veíamos, si bien nos conocíamos a raíz de una obra de teatro que había compartido él con mi hija y con Claudia Lapacó. Un Arnaldo André permeable, que durante toda la entrevista fue mostrando capacidad para abordar la noción de madurez. No solamente por poder pensarse desde un solo rol o lugar, sino desde el crecimiento que da la experiencia. Fue importante en su historia su lugar de origen: le dio un éxito rápido en la radio, que pudo haberlo tentado a que se quedara allá. Pero hubo algo interesante: su necesidad de cambiar. Cambio que es lo nuevo, cambio que es afrontar lo desconocido. Y se animó. Es interesante ver cómo las ganas, que forman parte del equipaje suyo, lo llevaron a ver los desafíos como algo tentador y no como algo peligroso. Y luego, el haber escrito su autobiografía: es una manera de registrarse, de poder leerse después, de recordar los dolores que hubo. Creo que el “escribirse” le permitió reflexionar sobre áreas de sí mismo que a veces pasan desapercibidas. Veremos cómo este nuevo libro de algún modo lo recicla y lo enriquece. Hay proyectos, hay deseos, hay un tiempo que empieza a ser aceptado y hay una necesidad de caminarlo con un nuevo ritmo y una nueva melodía. No está dispuesto a renunciar a ello: no tiene apuro, pero tiene ganas. (*) Psicoanalista y escritor