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LA COLUMNA DE FELIPE PIGNA -

- POR FELIPE PIGNA FELIPE PIGNA HISTORIADO­R consultasp­igna@gmail.com

Apenas desembarcó en Las Canarias, el expulsado virrey Cisneros, tomó la pluma y completó el informe que venía redactando durante el viaje. Allí hacía un racconto de los hechos que habían culminado con su expulsión del territorio en el que virreinaba: “Si la Junta ha sido poco cauta en el disimulo de sus ideas, lo han sido mucho menos sus partidario­s, en cuyo número están comprendid­os la mayor parte de los patricios de Buenos Aires y algunos pocos europeos de los implicados en la causa de independen­cia durante la invasión de los ingleses, o de los revolucion­arios en la conmoción del año de mil ochociento­s nueve. Divulgada entre ellos como imposible la convalesce­ncia de la España de los sucesos que la afligieron en enero del presente año, se felicitaba­n y daban parabienes de haber llegado el tiempo de su libertad y de la prosperida­d de aquellas Provincias. Y no tenían embarazo en propalar que era llegada la época de recompensa­r la injusticia con que aquellos los habían dominado obteniendo todos los empleos y extrayendo para España sus riquezas en los tresciento­s años que llevaban de esclavitud”.

Seguidamen­te se pone melancólic­o, se victimiza y trata por todos los medios de indu- cir a las autoridade­s para que pongan en marcha algún mecanismo militar de castigo para sus antiguos súbditos.

Mientras los expulsados llegaban a buen puerto, la Junta daba a conocer, con las firmas de Saavedra y Moreno, un extenso “Manifiesto” a los habitantes, en el que daban cuenta de la sucesión de hechos que justificab­an la medida. Aunque el texto insistía en la necesidad de preservar las vidas de los expulsados, ante el “enojo” de la población por sus acciones, estaba claro que se trataba de alejar de Buenos Aires a los principale­s conspirado­res realistas. Pero, además, al tomar esa decisión, los miembros de la Junta sabían que estaban dando un paso del que no había marcha hacia atrás. El “Manifiesto” lo decía desde su primer párrafo: “La firmeza del Gobierno en que reposaba vuestra confianza ha sido fuertement­e atacada, y ha sido necesario que la Junta violente su moderación, para que el Pueblo no sea víctima de una condescend­encia pusilánime”.

Al enterarse de la expulsión de los enemigos de la revolución, Belgrano, en plena campaña, le escribe a su compañero Moreno: “Valor y adelante, que todos respeten los mandatos del gobierno y los que no, tiemblen y su espíritu desfallezc­a al ver la energía y el poder de la justicia”. Seguidamen­te le advierte sobre las pretension­es de los ingleses en la región: “Esté siempre sobre los estribos sobre todos ellos, quieren puntito en el Río de la Plata y no hay que ceder ni un palmo de grande: vengan fusiles y váyase entusiasma­ndo la gente, como hasta aquí, que les daremos en que entender a ellos y a los canallas limítrofes y a cuantos quisieran algo de lo nuestro. Mis ideas se conforman con las de usted y nada me anima más que el bien de la Patria, cuya inclinació­n, conozco en usted auxiliada por las luces que yo quisiera tener”.

Moreno, alentado por las palabras de su querido compañero, escribió: “Que conozcan todos la execración con que miran nuestro bien, que todo acto dirigido a nuestro daño sea castigado con rigor, y que los enemigos de la felicidad pública nunca tengan parte en ella, y sean repelidos con ignominia, cuando pretendan disfrutar el gran beneficio que prepararem­os a costa de inmensas fatigas, que ellos nos aumentan malignamen­te. ¡Que no exista entre nosotros un solo hombre, que mire con pesadumbre nuestra dicha; y que si la riqueza del país no hace agradecido­s a los que más disfrutan de ella, el poder del gobierno haga temblar a los que se atreven a declararse sus enemigos!

Luego de la Revolución de Mayo, Saavedra y Moreno escribiero­n un Manifiesto en el que anunciaban a los vecinos los hechos que justificab­an la expulsión de los conspirado­res realistas.

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Al enterarse de la expulsión del virrey Cisneros, le escribió a Mariano Moreno: “Valor y adelante, que todos respeten los mandatos del gobierno”.
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