LA COLUMNA DE PIETRO SORBA -
El curry. Originario de la India, tiene una historia que vale conocer. En Palermo, un local recrea sabores del sudeste asiático.
El término curry surge a partir de la ruta de las especias “abierta” por el explorador Vasco de Gama en el siglo XV. Una ruta que tocó Arabia, Persia, India y llegó hasta China. Fueron los mercaderes portugueses los responsables de difundir el uso de dos palabras típicas del sur de la India: karil y kari, que describen mezclas de especias para condimentar vegetales y carnes. Los lusitanos ampliaron este concepto sumando las salsas locales elaboradas con manteca clarificada ( ghee), nueces molidas, especias, frutas y ajíes picantes. Esta nueva idea llegó al sudeste de Asia donde comerciaban. Cada pueblo la adaptó a sus productos. Más tarde los ingleses se adueñaron de la voz ( kari) que se transformó en curry. Marcelo Moreno vivió esta historia en un viaje a Tailandia. Quiso reproducirlo. El escenario es un restaurante pequeño, cálido e informal. El cliente elige el plato desde la pizarra. Observa su preparación ( la cocina es a la vista) y lo retira en la barra. Lo sopa Tom Yan Gung (Tailandia) es sutil. Su caldo es tónico. Desprende ráfagas cítricas de kafir, jengibre, lemon grass, lima, la tierra de los hongos frescos, el mar de los langostinos y la dulzura de minúsculos choclos. El Lamb Tikka Masala (curry de la India) es suculento. Los pequeños cubos de carne de cordero se derriten en la boca dejando el rastro exótico de las especias que lo acompañan. La carne de cerdo del curry verde (tailandés) se fusiona con la salsa cuyo color y sabor se originan a partir de la explosiva unión entre ají verde picante, leche de coco, comino, coriandro, lemon grass, kafir, ajo, cilantro, albahaca, pasta de camarones y otros ingredientes. Un refrescante helado de crema helada con miel y coco regala placer adicional.