Cuando una pareja se maltrata
El maltrato genera cambios en la personalidad de quien lo sufre ya que avanza la inseguridad, la sensación de impotencia y la vivencia de fracaso en la vida amorosa. El maltratador suele ser, a su vez, también muy dependiente, inseguro, controlador y con escasa capacidad de empatía.
Tengo una hija de 43 años que se casó con quien parecía un divino y resultó ser un mal hombre, que la agrede de palabra y hasta creo que llegó a pegarle algunas veces. ¿Por qué no se separa? Es una linda chica y está a tiempo de rehacer su vida. Gracias. M.C. de C., Lomas de Zamora E 1 maltrato en una pareja se produce en un vínculo muy especial, ya que ambos se eligieron libremente y de manera amorosa en algún momento de sus vidas. Este hecho convierte al maltrato en algo desconcer-tante, pero que no debe ser considerado fruto del azar o de la casualidad sino de un conjunto de factores donde intervienen recíprocos me-canismos conscientes e in-conscientes. la violencia abarca un amplio arco ya que a veces es pasajerayotras, permanente y progresiva. Sutil e intermi-tente o física y frecuente, va minando de manera lenta, segura y progresiva la au-toestima de la víctima, que casi siempre -pero no ex-cluyentemente- es la mujer, según la mayoría de los estu-dios epidemiológicos. Las preguntas que suelen imponerse y muchas veces sin una respuesta entendi-ble son: ¿Cómo se explica que se soporte durante años los malos tratos? ¿Cuál es ese enganche invisible e inexpli-cable con el maltratador? ¿Por qué no se separa? Además de razones eco-nómicas, sociales o familia-res que puedan concurrir, las causas más sólidas sue-len residir en factores psi-cológicos más profundos y cuyo origen histórico suele vincularse con la forma que aprenaieron para estamecer vínculos interpersonales, el trato recibido, la relación que hubo entre los padres y que años después influirán en las características de las relaciones íntimas que se es-tablezcan en la edad adulta. Se suma a ellolatendencia a minimizar la trascenden-cia del maltrato, el miedo a la reacción del cónyuge, el re-chazo a reconocer el fracaso en la elección realizada, el temor al futuro, la preocupa-ción por los hijos o a quedar-se sola. Algunas mujeres perma-necen junto al agresor por-que creen en el mito del po-der transformador del amor con lafantasía subyacente de que si ella lo ama él cambiará y se transformará en el hom-bre que ella quiere que sea. Lailusoriaidealizacióndel amorllevaamuchas mujeres a soportar estoicamente la relación, guardar silencio y esperar cambiar a su pareja. En realidad, se aferran así a un salvavidas de plomo con una carga de sacrificio y ab-negación que sólo sirve para reforzar una peligrosa acti-tud de sumisión. El maltrato genera cam-bios progresivos en la perso-nalidad de quien lo sufre ya que avanza la inseguridad, la sensación de impotencia para manejar el entorno, la vivencia de fracaso en la vida amorosa, el sentirse culpable en lugar de víctima, subesti-mar o justificar la gravedad del maltrato, mimetizarse con los criterios de quien agrede -y lo que resulta mu-cho más grave aún- aceptar cómo la dosis de violencia se va normalizando en la rela-ción de pareja. El mayor problema lo ten-drá aquella mujer con una gran necesidad de depen-dencia emocional y que, por su ya devaluada autoestima, tener pareja le resulta im-prescindible para afirmar su propia identidad. En consecuencia, la debe mantener a cualquier costo -aunque sea maltratada de manerapeligrosa- buscando la aprobación y la valoración del otro y, paradójicamen-te, con el temor a perderlo y quedarse sola. El maltratador suele ser, a su vez, también muy depen-diente, inseguro, controla-dor y con escasa capacidad de empatía. ■