ARROLLADOS NAVIDEÑOS
Pionono top. Para la mesa más familiar del año, Blanca Cotta propone tranquilidad y un arrollado exquisito.
Navidad es una fiesta para celebrar en familia. Pero cuando la familia crece y los hogares se multiplican… qué lío, ¿no? “A mí de mi casa nadie me mueve”. “Todos los años lo pasé con mamá”. “Este año tenés que darle el gusto a la mía”.
Personalmente pienso que si Jesús vino al mundo un 24 de diciembre para salvar al hombre… ¡pues hagamos que ese día reine la paz en todas las casas! ¿Qué ingrediente nos falta para que las fiestas de fin de año en lugar de angustiarnos ( y a veces “mufarnos”) nos hagan sentir plenamente felices? Comprensión.
Primer consejo: no polemizar. Segundo: deje que las cosas ocurran como ocurran, sin dejar de sonreír. Y cuando llegue el momento de brindar, que las chispitas tengan un brillo inteligente, como si Michel Quoist le estuviese soplando al oído: “No puede haber un matrimonio de tres: tu esposo, tú y tu sueño. Si quieres casarte seriamente… ¡divórciate de tu sueño!”
Hago extensiva esta frase no sólo a los matrimonios sino a los hijos o nietos con los que comienza un “tira y afloje” a ver quién gana para decidir donde pasar Nochebuena. Hágales caso por esta vez. Y a las 12 de la noche entrecerremos los ojos y brindemos. Juntos, cerca o a la distancia, con una sonrisa, deseemos de corazón: ¡Feliz Nochebuena para todos!
“¿QUE INGREDIENTE FALTA EN LAS FIESTAS? COMPRENSION.” ...