ANECDOTAS INFANTILES -
NI BOLA 8 AÑOS. RANCHOS
El hermano miraba videos en inglés sobre Historia. Gorka curioseó: –¿De qué están hablando? –De la Guerra Fría. –¿Qué es la Guerra Fría? La madre quiso sintetizar: –Una guerra en la que no se usaron armas. El chico, confundido, se quedó pensando. Y concluyó: –¡Ah…! ¡Entonces es una guerra en la que se usan bolas de nieve en lugar de armas!
AMANDA… RLA BIEN ALTO 3 AÑOS Y 11 MESES. BOEDO
Mateo jugaba con su hermanita bebé, que estaba en una hamaca saltarina. La mamá controlaba: –Mateo, ¿todo bien? – Sí, mamá, ¡Amanda salta! –Bueno, no la hamaques fuerte, que es chiquita. Al rato, supervisó: –Mateo, ¿todo bien? – Sí, mamá, ¡Amanda salta! –Bueno, jugá con cuidado... Más tarde, preguntó: –Mateo, ¿cómo van? ¿Amanda salta? –No, mamá, ¡Amanda vuela!
NADIEZ PERFECTO 5 AÑOS. FLORES
A Thiago le regalaron una camiseta de la Selección Argentina de fútbol, con el número nueve en la espalda y la leyenda “Higuaín”. El chico la miró y exclamó, emocionado: –¡Soy casi Messi! ¡Soy casi Messi!
EL MISMO AMOR, LA MISMA CANCHA... 4 AÑOS. BOEDO
A veces, el papá –“bostero”– llevaba a Valentín a la cancha. Un día, en la casa, el nene vio por tele imágenes de un partido en la cancha de Boca. Y al divisar las tribunas, le mostró al padre, entusiasmado: –¡Mirá! Te vi a vos, a mí y a tu amigo.
CHARLAS DE DIVÁN 4 AÑOS. PARANÁ
Cuando la familia terminó de cenar, a Miguelito le dieron ganas de jugar solo con sus chiches. Entonces mandó a los padres al sillón, diciéndoles: –¡Vamos, vamos! ¡Conversen, conversen!
¡ MUY DES-ENTENDIDA! 3 AÑOS Y 10 MESES. PATERNAL
La madre entró a la habitación de Catalina y encontró un muñeco todo pintado. –Cata, ¿yo te dije que podías pintar a los muñecos? –Dijiste que no. Pero me parece que no entendí muy bien.
ESTA TARDE VI LLOVER… VI GENTE COMER… 4 AÑOS Y MEDIO. CABALLITO
–¡Tengo una sorpresa! –le contó la abuela a Mateo; y anticipó, con entusiasmo:– ¡Te hice panqueques con dulce de leche! –¡Ayyy, abuela…! Me emocioné tanto que me salieron gotas de los ojos… y no de lluvia sino de lágrimas –precisó el nene, tocándose los ojitos. Sí
¡Y A MUCHA HONRA! ( VARIACIONES SOBRE UN CLÁSICO) 3 AÑOS. CARLOS SPEGAZZINI
Sol y Victoria jugaban en la entrada de la casa cuando pasó el tío por la vereda y respondió el saludo de las nenas agitando la mano. Sol registró el gesto con claridad. Pero la más chiquita cuestionó: –¿Qué le pasa al tío, que no habla? ¿Le comieron la lengua? La mayor quiso hacerle una broma y respondió: – saludó, ¿no escuchaste? ¿Sos sorda? –No soy sorda –replicó Victoria, enojada; y aclaró, enfática:– ¡soy zurda!