ESOS RAROS TOCADOS NUEVOS -

“La moda no es un juego o la voluntad de un modisto. Es un momento de la civilización.” La frase pertenece a Paco Rabanne, legendario diseñador nacido en Guipúzcoa, España, y que triunfó en París, hogar de exilio adonde fue llevado de niño por su madre, costurera y militante comunista, luego de que su padre, un general republicano, fuera fusilado por las tropas de Francisco Franco durante la Guerra Civil. El contexto de la frase: un artículo publicado en el diario español El País el 8 de junio de 1983, a propósito de la visita que hizo a Madrid para presentar la colección de ese año. Rabanne tenía por entonces una curiosa teoría que quizás ahora, a los 85, ya no defienda con tanto énfasis. Decía que la moda es profética y que, de alguna manera, vaticina los cambios sociales. “Cuando las cosas van mal, las faldas bajan. Cuando van bien, suben. Cuando el pelo de una mujer sube, el régimen político cae”, explicaba en la nota. De ser así, cabe preguntarse qué tipo de futuro advierten ciertos diseños que se presentan en las grandes galas de las capitales de la moda. Vestidos de materiales extraños, tocados incómodos para el subte, transparencias que sólo pueden funcionar con la perfección física y en la privacidad absoluta. ¿Son una vanguardia de la moda u otra cosa? ¿Una forma de arte, tal vez? ¿O sólo ocurrencias de modistos excéntricos (chistes entre entendidos) para provocar el escándalo de quienes, como nosotros, ni siquiera acertamos al combinar los colores de una camisa y un pantalón?