Ambicioso, curioso y tenaz
Mantuvimos con Jonatan un diálogo vital y profundo. Es un periodista joven (por otro lado, no hay que olvidar que es licenciado en Ciencias Políticas) que no disimuló su interés, y yo diría también su entusiasmo, ante la posibilidad de compartir una exploración que le exija aceptar y compartir interrogantes en un clima de autenticidad. Reconoce a lo largo de la charla la indudable influencia no sólo de su madre que es psicóloga, sino –y básicamente– la de su padre, el conocido Mauro Viale, en lo que fue el descubrimiento en su vocación que –me dice– ejerce apasionadamente. Su lectura de aquello que le toca indagar, ya sea acontecimientos puntuales o entrevistas a determinadas personalidades del mundo político y cultural, hacen visible no solamente su análisis personal de hace varios años (al que reconoce enorme importancia), sino, a su vez, el reconocimiento de aquellos tejidos subyacentes a lo superficialmente visible. No se conforma ni con una respuesta ni con la primera. Sabe que siempre de la profundidad de la mirada depende la riqueza de aquello que se investiga. Supo aprender de su tradición familiar, pero también diferenciarse para ir construyendo su propia arquitectura, el dibujo de su propio perfil. No cabe duda de que lo logró. Es ambicioso y tenaz, no rehúye al esfuerzo y afortunadamente a la duda. Casado con Mica y con un hijo, Romeo, sabe que su familia necesita tiempo y dedicación. El equilibrio y armonía entre el trabajo, la familia y la investigación son una exigencia que no debe perder de vista. Sus proyectos son numerosos y la decisión de llevarlos a cabo es algo innegociable.