NUEVOS WALKMANS -
Los teléfonos inteligentes ya son parte de nuestra vida: se calcula que en la Argentina hay más artefactos que habitantes y, si bien el actual momento económico desaceleró este proceso, nuestra dependencia a estos gadgets es real. Según un informe de Deloitte, el 11% de los argentinos y argentinas revisamos la pantalla de nuestro dispositivo al menos unas 200 veces al día para ver noticias, mensajes y notificaciones, con una frecuencia muy por encima del promedio de la región y de otros países del mundo. Además, estamos superconectados: el 87% que usa internet lo hace a través de sus celulares y es allí también donde escucha música y mira series. Esto creó una nueva categoría para los especialistas en marketing: los comfortable buyers, quienes deciden realizar la mayor parte de sus tareas cotidianas desde el celular y sin importar el horario ni donde están. Así, además de pasar horas en redes sociales y entretenerse con plataformas de contenidos como Netflix o Spotify, cada vez son más los que usan apps para comprar en kioskos, almacenes y supermercados o incluso para enviar ropa sucia y recibirla lavada y planchada. Se trata de un grupo consumidor que tiene en actividad al menos 20 aplicaciones y no teme hacer transacciones desde su teléfono. Eso sí: no son necesariamente los que más gastan, incluso cuando hacen muchas de sus tareas cotidianas tirados en el sillón o la cama, sino buscan el mejor precio y comparan entre servicios en competencia sin lealtades más allá del bolsillo.