TARTA DE PUERRO Y BROCOLI -

De estación. Con los vegetales que nos ofrece el invierno, Blanca Cotta propone una tarta poderosa y exquisita.

Estoy escribiendo estas páginas en agosto. Retrocedo en el tiempo y me encuentro, de pronto, así de petisita (5 años) yendo a festejar el 15 de agosto (día de Santa María), el cumpleaños de mi abuela. Entonces, festejar el cumpleaños era tan importante como festejar una fecha patria. Y era una abuela en serio: pollera hasta los tobillos, medias grises de algodón, zapatos llenos de presillas y botoncitos, impecable rodete, alhajas carísimas, cara empolvada con olor a violetas y una cintita negra de terciopelo alrededor del cuello para tapar las arrugas.

Los tiempos cambiaron. Las abuelas trabajamos, estamos apuradas, no nos alcanza el tiempo. Lo que nunca cambiará es nuestro rol: un refugio cálido para mimar a los nietos y unos brazos abiertos para prote

gerlos. Y una de las maneras de mimarlos es prepararles cosas ricas. Claro que a la hora de elegir verduras con el frío invernal la confusión se extiende a las góndolas y las verdulerías. Esto no significa que los tomates que compremos en invierno vayan a ser feos. Van a ser más caros, estarán bien rojos y brillantes, pero no tendrán gusto como la naturaleza manda.

En cambio, los vegetales de estación tendrán mejor gusto y serán más baratos. ¿ Qué nos ofrece el invierno? Apio, brócoli, coliflor, espinacas, hinojo, puerros, repollitos de Bruselas, zapallo… ¿Qué tal una tarta de puerros y coliflor? ¿Que a los nietos no les va a gustar esa combinación? Si la prueban les encantará. Ni se le ocurra enumerar los ingredientes que lleva. “La verdad es lo más valioso que tenemos. Ahorrémosla”, decía Mark Twain.