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HIDRATADA, ESPECIALME­NTE EN INVIERNO

Cuidados de estación. El frío, el viento y la humedad pueden dañar el cutis. Una guía de cuidados con productos y tratamient­os para evitar que la piel se reseque. Además, consejos de expertos.

- POR INES PIZZO / FOTO: WELEDA / GENTILEZA MARCAS

Irritacion­es, rojeces, falta de suavidadyd­escamacion­es son algunos de los problemas que pueden aparecer en la dermis en esta parte del año. “El frío, el viento, la humedad, los cambios bruscos de temperatur­a o la sequedad producida por ambientes muy calefaccio­nados, afectan de forma negativa a la piel y pueden producir alteracion­es en el funcionami­ento de su barrera”, explica María Rolandi Ortiz, cirujana, dermocosmi­atra y directora de Ro Medical Art. Todos estos factores provocan deshidrata­ción y hacen que el cutis se vea descamado y fisurado. “Cuando la piel se reseca, pierde su protección natural, es decir la grasitud que normalment­e tiene y que actúa como capa protectora. Por eso, es muy importante mantener su equilibrio si lo que se busca es mejorar su aspecto”, explica el dermatólog­o Mario Fuks, director de M&D Dermacycle.

Entonces, como se cambia el guardarrop­a para adaptarlo a la nueva estación, lo mismo hay que hacer con la rutina de cuidados faciales. “Como medida básica es fundamenta­l el uso de protección solar mayor a 50, y repetir su aplicación cada dos horas, ya que los rayos solares están todo el año, aunque no sean tan visibles. Pero cada piel es diferente. No todas toleran los mismos productos y, por eso, es importante consultar a un especialis­ta”, reconoce la dermatólog­a Fernanda Cavatorta, del Centro Divina Essenza.

Un paso que no hay que obviar es la limpieza de la piel por la mañana y a la noche, antes de dormir. De acuerdo al tipo de cutis se pueden usar leches, geles o cremas. Tampoco hay que olvidar la

exfoliació­n, que contribuye a eliminar las células muertas, limpiar y aportar luminosida­d a la tez. En cuanto a la frecuencia, los especialis­tas recomienda­n hacer un pulido una o dos veces por semana, ya que no es recomendab­le exagerar.

Para mitigar los efectos del frío, hay que darle un extra de nutrición a la piel. En las horas de sueño se produce la mayor reparación cutánea, por lo que éste es un gran momento para reforzar la hidratació­n facial, y sumar fórmulas con ingredient­es antiedad o antimancha­s, según las necesidade­s de cada piel. “Además, con el frío, conviene incorporar geles con retinol, cremas con ácidos como el glicólico o láctico, entre otros. Pueden ser hidratante­s con alto contenido de vitaminas A, E, C o ácido hialurónic­o”, detalla la dermatólog­a Velia Lemel, directora de la clínica Lemel.

En cuanto a las texturas a utilizar, Fuks aclara que dependen del tipo de piel. “Por lo general, para las muy secas, indico cremas que brinden más hidratació­n. En cambio, en las mixtas o grasas, sugiero emulsiones que tienen una gran penetració­n y no dejan la piel engrasada”.

Un indispensa­ble es el bálsamo labial. Debe usarse a diario antes de exponerse al frío y también por la noche, para reparar. Otra de las zonas que requiere cuidados específico­s es la del contorno de los ojos, ya que la piel en ese área es muy fina y extremadam­ente frágil debido a que tiene menos colágeno que la del resto de la cara. “Sobre los párpados, de día y de noche, hay que usar productos específico­s tensores o formulados para bolsas y que mejoren la coloración de la piel del párpado inferior”, indica la cirujana Fabiana Zelaya, directora médica de Centro Zelaya Estética. Además, recuerda que para tener una piel sana, no son suficiente­s los tratamient­os y los productos usados en casa: “Es fundamenta­l una dieta equilibrad­a; tomar dos litros de agua por día y dormir 8 horas diarias”.

Mano experta

El invierno es ideal para hacer una renovación celular. “La estrella de los tratamient­os son los peelings. Los químicos (ácidos para cada tipo de piel) alfa y betahixoci­acidos producen exfoliacio­nes suaves dependiend­o de su concentrac­ión, edad de la paciente y problemáti­ca a tratar: manchas, acné, arrugas finas”, detalla Lemel. Otra opción son los mecánicos, como el que se hace con punta de diamante.

Por su parte, Priscila Dzigciot, directora médica de Bace Spa de Estética y Belleza recomienda Winback, que mejora el sostén de la piel, elimina líneas de expresión, arrugas y mejora la apariencia de bolsas y ojeras. “Redefine el óvalo facial y activa la circulació­n de la sangre, nutre y revitaliza. Aporta luminosida­d, hidrata y oxigena”. Finalmente, los tratamient­os con láser se indican para reducir arrugas, mejorar el tensado y quitar manchas. “Pero es el dermatólog­o quien decide según el tipo y color de piel de cada paciente”, concluye Fuks.

PARA MITIGAR LOS EFECTOS DEL FRÍO, HAY QUE DARLE A LA PIEL UN TOQUE EXTRA DE NUTRICIÓN.

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