Clarín - Viva

48 HORAS EN BOGOTÁ

Desde el casco histórico hasta la cima del Monserrate y las zonas de moda, una guía para disfrutar de un circuito de dos días en la capital de Colombia.

- TEXTO FLAVIA TOMAELLO FOTOS SHUTTERSTO­CK

cultura, historia, verde soberano, gastronomí­a, deporte y un bagaje de tradicione­s coloniales y áreas históricas.

Balancea sus caderas al ritmo de Shakira. Se viste con los colores de Silvia Tcherassi y Hernán Zajar. Se desmaya en las curvas de sus colinas cinceladas por Botero. Sonríe a lo largo de sus avenidas con el humor de Sofía Vergara.

Bogotá, la capital de Colombia, acaba de cumplir 485 años, tiene aires de todo el país, y los despliega en sus más de 1.600 km2.

Pasado y presente

El nombre de la ciudad proviene de un asentamien­to de indígenas Muiscas, de la familia Chibcha.

A la llegada de los conquistad­ores, se cree que había medio millón de habitantes asentados a la vera occidental del río Funza, hoy llamado Bogotá. Gonzalo Jiménez de Quesada, su fundador, le dio el nombre de Santa Fe, y en el siglo XVII se le adhirió una especie de apellido: “de Bogotá”. En su pasado se esconde el origen indígena del término: bacatá, cuyo significad­o es “cercado de labranza”.

Para orientarse

Pensando en armar la valija, es adecuado llevar abrigo liviano y evitar las ojotas. Cerca del Ecuador, la ciudad no tiene variantes estacional­es pero está a más de 2.600 metros de altura: no muy calurosa y por las noches puede hacer 8°C.

Para moverse sin GPS están las cadenas de montañas al este y al oeste, que los bogotanos usan como referencia. Es común que los mapas tengan arriba el este en vez del norte. “Subir” es ir al este, y “bajar”, ir al oeste.

Las direccione­s solo tienen números. Las carreras (avenidas) transitan de norte a sur con número ascendente de este a oeste. Las calles cruzan las carreras de manera perpendicu­lar, con número creciente de sur a norte. Todas las direccione­s tienen tres partes. Por ejemplo, el Palacio Presidenci­al es Carrera 8, No. 7-26, es decir, está en Carrera 8, 26 metros al norte de la Calle 7.

La buena mesa

Bogotá es una montaña de sabores. El plato nacional es el ajiaco, una sopa hecha con pollo, tres tipos de papas, maíz y una hierba local, la guasca. El aguardient­e, que se elabora con caña de azúcar, agua destilada y anís, es un clásico que se ofrece a cualquier hora. Cuidado: algunas versiones dulces disimulan su poderío alcohólico.

Las panaderías son una perdición: pandebonos y almojábana­s (versiones del pan de queso) y el pan de yuca es lo más requerido. Otro típico es el refajo, mezcla de cerveza rubia y un refresco sabor champán llamado Colombiana.

En los alrededore­s funcionan los asaderos: especie de barbacoas que sirven fritanga. Los mejores están en La Calera, con vistas panorámica­s a la ciudad.

Primer día

8.00 Para comenzar en un sitio que lleva al corazón mismo de la historia bogotana, el hotel Dios, ubicado en el centro histórico (Carrera 3, 10-54), conocido como La Candelaria, ofrece la síntesis perfecta. Un lugar ecléctico, tranquilo y sofisticad­o, que conecta la tradición de La Candelaria y la vida moderna de la ciudad. Es el sitio ideal para aclimatars­e al sol en la sala de estar o en el jardín interior y sorber el aire local durante el desayuno. Cuenta con solo tres habitacion­es, y un desayuno lujoso pero sencillo.

9.00 El Museo del Oro del Banco de la República de Colombia (Carrera 6, 15-88, martes a sábados de 9 a 18, US$ 1; domingos de 10 a 16, gratis) cuenta con una colección brillante de orfebrería prehispáni­ca de todo el mundo.

Conserva 34.000 piezas de oro, todas de una belleza inigualabl­e y de un valor histórico único que culturas como muisca y tayrona usaban en la vida cotidiana y en rituales sagrados.

Una de las piezas más sorprenden­tes es la balsa muisca, que representa el ritual que dio origen a la famosa leyenda de El Dorado.

A pocos pasos, la Galería Artesanal cuenta con más de 80 puestos de diseñadore­s locales de productos tradiciona­les hechos a mano. Es de los mejores sitios para comprar un souvenir porque, además, promueve la economía circular. Las preferenci­as van de mochilas wayú, arhuacas y kankuamas a cerámicas de Ráquira, sombrero vueltiao, ruanas y alpargatas.

11.00 Momento de una vuelta por La Candelaria, la zona céntrico/histórica donde se fundó Bogotá en 1538. El Museo del Oro está dentro del recorrido. En un radio de unas 12 manzanas hay cerca de 500 institucio­nes o grupos artísticos, museos, centros de investigac­ión, teatros, biblioteca­s y universida­des.

La tradición española dejó su sello con varias iglesias y capillas de gran valor arquitectó­nico. La que le dio el nombre al barrio es la Iglesia de Nuestra Señora de la Candereúne

laria, de fines del siglo XVII.

Hacia el occidente, y enmarcadas en la Plaza de Bolívar, están la Catedral y la Capilla del Sagrario. Aunque la primera es imponente por su tamaño, la segunda cuenta con grandes tesoros del arte colonial, como la colección de obras de Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos.

Ideal perderse por las calles cercanas, dejarse llevar por el espíritu de la plaza y apreciar el movimiento. Conviene levantar la cabeza y mirar alrededor: las construcci­ones, el paisaje, el arte callejero… todo aporta un sabor exclusivo.

13.00 Hora del almuerzo. El centro histórico está repleto de puestos callejeros, pero amerita darse una vuelta por un clásico popular recoa en el mundo: Casa Vieja (Carrera Jiménez # 3-57) tiene 50 años honrando la cocina original bogotana. Tamales, ajiacos, plátano maduro al horno, ropa vieja, hígado a la criolla, sancocho. De postre, el “combinado” reúne los platos más típicos para cucharear un poco de cada uno. Antes de partir, café y el chocolate santafereñ­o.

Dos restaurant­es cercanos, La Scala (Calle 10, 5-72 piso 1), y Origen Bistró (Carrera 4, 12 C 88), también en La Candelaria, ofrecen propuestas típicament­e colombiana­s.

15.30 Antes de dejar La Candelaria, visitar los interiores de tres de iglesias cercanas: San Francisco, Veracruz (usada como Panteón Nacional), e Iglesia de la Tercera Orden.

pasos, está el Museo Botero (Calle 11, 4-41), de entrada gratuita, un requisito que exigió el propio Fernando Botero al donar 123 de sus obras y 85 de otros artistas como Marc Chagall, Salvador Dalí, Joan Miró, Picasso, Monet y Matisse. Pueden verse las últimas produccion­es del artista. Hay esculturas, óleos y dibujos. Una de las obras más destacadas es una Mona Lisa de su propia autoría.

17.00 Hora de una breve caminata hasta el Callejón o Calle del Embudo, la senda más antigua de la ciudad. Se transita en forma de “U” en ascenso y luego en descenso. Justo en su punto más alto se encuentra El Chorro de Quevedo, sitio de fundación de Bogotá. La fuente, senocido

gún la leyenda provista de aguas milagrosas, sigue siendo frecuentad­a por visitantes y locales.

En el recorrido se encuentran algunas de las casas más antiguas. La mayoría de los muros lucen graffitis, un arte muy popular aquí.

19.00 Para terminar la jornada, lo mejor es alejarse un poco del centro y apostar a una vista panorámica que acompañe el atardecer y prepare para la cena. Cerca del barrio Rincón del Chicó hay dos de los rooftop más célebres de Bogotá. El Transmilen­io se acerca a la zona, bajando en la estación Virrey.

Una de las opciones es la terraza del hotel Click Clack, ideal para contemplar la puesta de sol sobre la ciudad mientras se degustan algunos cócteles de una de las barras más modernas de Colombia.

Bombay Rooftop (Carrera 13, 8565 Piso 8), además de una excelente terraza, propone uno de los menús tendencia bogotana. Una cocina fusión que acerca aromas hindúes a la cocina local. Imperdible­s: kibbes de morcilla y el New Dheli gin & tonic.

Segundo día

9.00 Momento de tomar perspectiv­a. El primer día, las vistas de Bogotá se centraron en el llano y hacia arriba. Desde lo más plano del valle, en el nudo de la fundación, recorrimos los escenarios que proponen el fondo del perfil citadino. Ahora es momento de mirar desde arriba, y para ello están las colinas sobre las que se apoya la ciudad.

Monserrate (3.152 metros) es un emblema: la montaña que se ve casi desde cualquier punto de la urbe y se ha convertido en un símbolo espiritual y cultural colombiano. Se puede llegar a su base en taxi y luego subir a la cima en funicular (5.30 a 11.45 de lu. a vie., sáb. hasta las 16, domingos y feriados hasta las 18) o teleférico (lu. a sab. de 12 a 22, venta de boletos hasta las 20.30. Domingos 5.30 a 18). En ambos casos cuesta US$ 7 ida y vuelta. Las colas suelen ser largas, sobre todo en feriados y fines de semana. También se puede subir caminando, en un recorrido exigente.

En la cima hay una capilla dedicada a la Virgen Morena, cuya construcci­ón finalizó en 1657. En la Basílica que corona esta cumbre está la imagen del patrono de Bogotá: el Señor Caído de Monserrate, a quien se le atribuyen poderes como aplacar las sequías, evitar los temblores, calmar la violencia, bendecir a los novios y curar a los enfermos.

12.00 En el mismo Monserrate hay una ruta gastronómi­ca para probarlo todo. Restaurant­e Casa San Isidro, con platos de estilo francés, se cobija en una casa colonial que ya en un clásico a la hora de pedir matrimonio.

El Mercado tiene una propuesta fresca dedicada a preparacio­nes a la parrilla y menús típicos, y sirve una merienda tradiciona­l.

Café Bistró es ideal para disfrutar del típico café de Colombia, aunque propone una amplia diversidad de cafés de todo el mundo.

La Tienda es sinónimo de empanada colombiana: rellenos varios envueltos en una masa delgada a base de maíz y luego frita. Allí sirven las famosas “empanadas de iglesia”, conocidas por ser pequeñitas, muy tostadas y con un relleno de papa y queso.

Postres Pecaditos esconde dulces y postres para detenerse y disfrutar un tentempié.

El Kiosko ofrece comidas rápidas y bebidas. La costumbre bogotana sugiere detenerse a ver el atardecer desde Monserrate con un paquete de pochoclos adquiridos aquí.

Otro de los restaurant­es famosos del lugar, Casa Santa Clara, tiene platos colombiano­s como mero costeño, tamales tolimenses, bandeja paisa, cuajada con dulce de mamey o sus famosas parrillada­s de chuletitas o chuletones. Funciona en una casa construida en 1924 en el pueblo de Usaquén y trasladada a Monserrate en 1979.

Antes de partir, el corredor de artesanías propone un paseo final para admirar las habilidade­s locales. A un costado del sendero se puede degustar café colombiano, el tradiciona­l carajillo (café con aguardient­e, coñac, ron, anís, orujo o whisky) o la almojábana santafereñ­a (fritura hecha de harina de arroz, queso blanco, parmesano, leche y huevo).

16.00 Para terminar la tarde, nada mejor que conocer un lado diferente de Bogotá. Chapinero, cuyo nombre nace de los zapatos de suela de madera que antiguamen­te se producían aquí, es una localidad surgida a fines del siglo XIX, luego de haber acogido casas quintas y de retiro para el fin de semana. Localizada entre la diagonal 40 y la calle 100, y de oriente a occidente entre los cerros y la avenida Caracas, es reconocida por su aire moderno. Cobija el distrito financiero, grandes hoteles, boutiques de moda y restaurant­es de tendencia.

Algunas tiendas proponen compras interesant­es. La Percha (Calle 71, 10-47) ofrece indumentar­ia y marroquine­ría de diseñador. Three Little Birds (Carrera 7, 54a-36, 3er piso), joyas musicales, incluidos discos de vinilo. Animalista (Carrera 36, 10B-23) es una impecable propuesta para veganos con una oferta amplia, de carteras a maquillaje.

18.00 Para un recorrido moderno, las galerías de arte dentro de Chapinero reúnen una explosión de alternativ­as. Flora Ars Natura (Calle 77, 20C-48) es un espacio para el arte contemporá­neo con énfasis en la relación entre la naturaleza y el cuerpo. Rat Trap (Calle 61A, 17-26) es una muestra perfecta del nuevo punk local bajo la idea de la autoedició­n, el arte y la música. Además de su sala de exposicion­es, cuenta con bar y estudio de grabación. Suelen darse talleres que ofrecen los mismos artistas que exponen.

19.30 Muy cerca está la llamada “Zona G” (de gastronomí­a), entre las carreras 2 y 9 y las calles 64 y 72. Además de impresiona­ntes restaurant­es, conserva joyitas para investigar: se pueden mirar las vidrieras, elegir decoración y diseño de vanguardia, comprar algún amasijo (facturas) en una de sus panaderías artesanale­s, visitar librerías. Se ha vuelto un lugar de hoteles boutique que, además de habitacion­es de diseño artístico, cuentan con pequeños bares ideales para tomar un trago antes de la cena.

Una de las mejores propuestas es Casa Medina, propiedad diseñada en los años 50 por un emblemátic­o arquitecto local, Santiago Medina. No hay una habitación igual a la otra. Es el sitio en el que se alojan bandas y artistas internacio­nales. Además de misterios y fantasmas, se hizo fácilmente recordable porque allí murió el baterista de Foo Fighters, Taylor Hawkinsm en marzo de 2022.

Escondido, Castanyole­s es un bar estilo mediterrán­eo con un patio interior tipo invernader­o, perfecto para una despedida romántica.

21:00 La Zona Rosa es donde se agolpan centros comerciale­s (El Retiro Shopping Center, Centro Comercial Andino y Atlantis Plaza), donde se sale a “rumbear” en las discotecas de tendencia y a comer internacio­nal.

La propuesta imperdible es El Chato, calificado en el puesto 7 entre los mejores restaurant­es de la zona, con una carta por regiones del país -Caribe, Andina, Pacífico, Orinoquía y Amazonía- que permite probar a gusto. Su chef, Álvaro Clavijo, lo diseñó como un bistró moderno anclado en las raíces. Se inspira en ingredient­es locales y técnicas internacio­nales. No dejar de pedir el crocante de tapioca y la pasta de arracacha (queso madurado de cabra, maní inca sacha inchi y arracacha, zanahoria blanca). ■

 ?? ?? Algunos imperdible­s del recorrido:
1. Plaza de Bolívar y Catedral.
2. Iglesia San Francisco. 3. Iglesia Veracruz. 4. Iglesia de la Orden Tercera. 5. Galería Artesanal.
6. Museo del Oro. 7. Casa Vieja.
8. Museo Botero. 9. Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria.
10. Hotel Dios. 11. Monserrate. 12. Restaurant­e Casa San Isidro.
Algunos imperdible­s del recorrido: 1. Plaza de Bolívar y Catedral. 2. Iglesia San Francisco. 3. Iglesia Veracruz. 4. Iglesia de la Orden Tercera. 5. Galería Artesanal. 6. Museo del Oro. 7. Casa Vieja. 8. Museo Botero. 9. Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria. 10. Hotel Dios. 11. Monserrate. 12. Restaurant­e Casa San Isidro.
 ?? ?? 1. Catedral y Capilla del Sagrario.
En la Plaza de Bolívar, dos imperdible­s que son parte de la historia de Bogotá.
1. Catedral y Capilla del Sagrario. En la Plaza de Bolívar, dos imperdible­s que son parte de la historia de Bogotá.
 ?? ?? 2. Rumbo a la cima.
Al cerro Monserrate se puede subir en teleférico y funicular para obtener vistas panorámica­s de la ciudad.
2. Rumbo a la cima. Al cerro Monserrate se puede subir en teleférico y funicular para obtener vistas panorámica­s de la ciudad.
 ?? ?? 3. Fachadas de colores.
En el centro histórico bogotano, parte del barrio La Candelaria.
3. Fachadas de colores. En el centro histórico bogotano, parte del barrio La Candelaria.
 ?? ?? 1. Verde.
Subida al Monserrate y un sendero rodeado de naturaleza.
1. Verde. Subida al Monserrate y un sendero rodeado de naturaleza.
 ?? ?? 3. Un clásico.
Pollo, papas, maíz y mucho sabor en el ajiaco, considerad­o el plato nacional de Colombia.
3. Un clásico. Pollo, papas, maíz y mucho sabor en el ajiaco, considerad­o el plato nacional de Colombia.
 ?? ?? 2. Puertas adentro.
Una de las salas del Museo Botero, con entrada gratuita todos los días.
2. Puertas adentro. Una de las salas del Museo Botero, con entrada gratuita todos los días.

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