Clarín - Viva

Playas soñadas y una vieja prisión

Isla Anchieta, en Brasil, fue cárcel de máxima seguridad hasta 1952. Hoy atrae con su costa, naturaleza e historia.

- TEXTO DIANA PAZOS

Un santuario natural lleno de sorpresas. En la costa del estado de San Pablo, Ubatuba es un municipio de Brasil que despliega una impactante secuencia de 102 playas, a las que se suman islas y cascadas. Pero aún en este lugar privilegia­do, la Isla Anchieta representa un upgrade, por su entorno preservado y el acceso restringid­o de visitantes.

Se trata de la segunda isla más grande del litoral norte de San Pablo, y fue colonia penitencia­ria, prisión política, cárcel de máxima seguridad y, finalmente, escenario de una rebelión de reclusos que llevó a su clausura en 1952.

Tras décadas con destino incierto, la isla se transformó en parque nacional y sus ruinas se abrieron al público en 1977.

Salvo la que fuera la capilla de la prisión -hoy restaurada-, los restos de la antigua cárcel persisten en medio de la flora, fauna y riqueza histórica del Parque Estadual de la Isla Anchieta.

Planifican­do la visita

En la sede, los visitantes encuentran numerosos paneles informativ­os y fotografía­s de la antigua prisión. Además de turistas, los investigad­ores suelen viajar a la isla durante todo el año para conocer las huellas de la cárcel que fue clausurada a mediados del siglo XX.

Llegar a la isla es fácil desde los muelles turísticos de Ubatuba. Quienes arriban a través del muelle principal desembarca­n en la Praia do Presídio, la más céntrica y cercana al Centro de Visitantes, donde hay baños, churrasque­iras (parrillas, cuyo uso es pago), parque infantil, una zona para picnic e incluso un pequeño museo que cuenta la historia del lugar.

En sus 17 kilómetros, la isla ofrece siete playas para visitar, así como senderos en medio de la naturaleza y “rutas submarinas” ideales para el snorkel.

Al lado de la Praia do Presídio está Sapateiro y, tras una caminata corta hacia la derecha, resulta fácil llegar hasta la Praia do Engenho, donde hay un acuario natural.

A la izquierda, el sendero lleva a Praia das Palmas, la mayor playa de la isla, con casi un kilómetro de extensión y muy accesible para familias con chicos.

Casi todas las playas son de fácil acceso, pero algunas no cuentan con infraestru­ctura. A su vez, en la isla se controla el manejo de residuos de quienes llevan comestible­s para pasar un día de playa, por lo que es importante ser cuidadosos.

Para los que llegan con más tiempo, la mejor opción es tomar el sendero de 2.200 metros hasta Praia do Sul, una de las más lindas de Ilha Anchieta.

Para ir a pie, hay que reservar la visita con antelación, ya que la caminata sólo está permitida con el acompañami­ento de un guía local (el acceso por mar es gratuito para los que van en lancha, otra opción para el paseo).

Otro hermoso refugio natural de la isla es Praia do Leste: accesible sólo por mar, es uno de esos rincones soñados y restringid­os para unos pocos turistas.

El paseo por la isla Anchieta se puede hacer de diferentes maneras y hay que tener cuidado al elegir el transporte para asegurarse la visita a las playas deseadas.

Ya sea para pasar el día o para pernoctar en la isla, lo mejor es que el recorrido incluya varias playas, para conocer parajes increíbles que, en general, se caracteriz­an por el mar tranquilo y traslúcido. Tanto es así que algunos de los transporti­stas marítimos habilitado­s en la zona ofrecen la opción de lanchas con el piso transparen­te, una experienci­a que permite disfrutar la espectacul­ar vida marina a pleno.

La isla tiene un único alojamient­o, cuyos concesiona­rios también se encargan de administra­r el acceso y las funciones de reciclado y tratamient­o de los residuos.

Las instalacio­nes se encuentran en tres edificios históricos de Praia do Sapateiro, con capacidad para hasta 70 personas en alojamient­os compartido­s y privados (desde 150 hasta 500 reales por persona).

Para tener en cuenta

● La temporada alta va de diciembre a febrero.

● Para llegar hasta Ilha Anchieta, los visitantes tienen que tomar una lancha rápida desde una de las playas de Ubatuba (cuya zona céntrica está a 225 km del centro de San Pablo), por ejemplo Saco da Ribeira o Enseada.

● El acceso principal por mar está a 8 km del Muelle de Saco da Ribeira, lo cual toma unos 30 minutos en barco. ■

Ilha Anchieta es la segunda isla más grande del litoral norte de San Pablo. Es parque nacional y los visitantes pueden recorrer las ruinas de la antigua cárcel.

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SHUTTERSTO­CK Verde junto al mar. Una de las playas de Ilha Anchieta, parte del municipio de Ubatuba.

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