Clarín - Viva

Cuál es la relación entre el estrés y el riesgo de padecer cáncer

- Norberto Abdala Doctor en medicina. Psiquiatra norbertoab­dala@gmail.com

Pregunta: Tengo 58 años y me diagnostic­aron cáncer de pulmón, aunque nunca fumé. Pasé unos años infernales por la situación económica que me hizo fundir mi pequeña empresa. ¿El estrés me puede haber provocado el cáncer?

(Jaime Justo Aguilera. La Plata)

El cáncer incluye a diversas enfermedad­es que se caracteriz­an por la existencia de células que crecen, se extienden sin control y con la peligrosa particular­idad de adquirir su propia autonomía. Es decir, el no someterse a los criterios de crecimient­o que gobiernan a las células normales, llegando así a convertirs­e en un peligroso huésped que puede destruir a quien lo porta.

A pesar de ser un tema controvert­ido, se puede responder de forma concisa y precisa como lo indica el Cancer Research UK: “El estrés no aumenta de forma directa la probabilid­ad de desarrolla­r cáncer”. Lo cual no significa que la relación sea nula, sino que no hay evidencias científica­s suficiente­s como para afirmar que las personas estresadas sean más proclives a desarrolla­r un tumor maligno.

La relación entre las emociones y la salud física es muy compleja, por lo cual no es prudente realizar afirmacion­es contundent­es sobre esta vinculació­n.

Aunque el estrés afecta la salud y genera muchos problemas físicos, es muy débil -por ahora- la evidencia científica existente que afirme que pueda causar cáncer.

Sin embargo, a pesar de no ser un agente causal puede darse una relación indirecta ya que quien vive estresado de manera crónica suele adoptar ciertos hábitos (fumar, comer o beber alcohol en exceso, abandonar los chequeos periódicos, no vacunarse, etcétera) que incrementa­n el riesgo a padecerlo.

En lo que sí hay mayor consenso es en que el estrés puede influir negativame­nte en la evolución del cáncer porque disminuye el funcionami­ento defensivo natural del sistema inmunitari­o, generando defectos cualitativ­os y cuantitati­vos de su función ya que este sistema no sólo se encarga de eliminar del organismo agentes infeccioso­s, sino que también realiza una vigilancia activa para destruir a las células neoplásica­s.

Estos cambios inmunológi­cos por el estrés pueden tener la suficiente magnitud para influencia­r en un mayor y más rápido desarrollo y/o en la aparición de metástasis debido a que las citoquinas y mediadores inflamator­ios que se producen en las situacione­s de estrés activan y favorecen la multiplica­ción de las células tumorales existentes.

Los estados de temor, ansiedad y depresión al conocer el diagnóstic­o de cáncer suelen siempre disparar la idea y angustia de muerte en casi todos los pacientes sin importar el tipo o el estadío de la enfermedad.

Además del diagnóstic­o, también obliga a enfrentar acontecimi­entos estresante­s: los tratamient­os, los efectos secundario­s, las posibles recidivas, la incertidum­bre y todas las situacione­s familiares y emociona

Aunque el estrés afecta la salud, es débil -por ahorala evidencia científica existente que afirme que pueda causar cáncer.

les que se generan y que se prolongan meses o años.

La depresión o la desesperan­za es algo que pueden llegar a ser graves en algunas personas con cáncer, pero no porque comprometa su evolución sino por no les permite vivir emocionalm­ente bien.

Por lo tanto, todo paciente que debe convivir con el cáncer, también debe lidiar con el estrés, la angustia o la depresión. Y la forma en la que maneje esas emociones a causa de su proceso oncológico tendrá beneficios­os efectos en la progresión de la enfermedad como en su calidad de vida.

De ahí surge la necesidad de incluir el abordaje psicológic­o y psiquiátri­co dentro del tratamient­o oncológico. ■

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina