Huelga de presos por una Play y “visitas íntimas” más largas
Treinta internos de una Alcaidía de Comodoro Rivadavia no comieron por 36 horas. Les negaron la mayoría de los pedidos.
Una PlayStation y horarios de “visitas íntimas” más amplios. Esos fueron los dos reclamos principales de la huelga de hambre de 36 horas que protagonizaron más de 30 presos de la Alcaidía del Barrio Industrial de la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia. Además, pidieron que no revisen la comida que les llevan sus familiares porque consideraron la actitud como “muy invasiva a su privacidad”.
La protesta fue encabezada por Jhonatan Cironi, condenado a cadena perpetua por haber matado a golpes al policía Néstor Manqueán, el 8 de agosto de 2010. También participó Miguel Angel Aparicio, un violador serial que purga una larga condena.
En medio del conflicto, la jueza de Ejecución Penal, Daniela Arcuri, convocó a una reunión con las autoridades de la Alcaidía, en la que también estuvieron el fiscal general Héctor Iturrioz y las defensoras públicas Viviana Barillari y María de los Angeles Garro.
En ese encuentro se evaluaron los pedidos de los presos, que en su mayoría fueron rechazados “por no tener ningún tipo de sustento”. Así calificaron a algunas de las razones que dieron los protagonistas de la protesta. Por ejemplo, el argumento de que necesitaban una consola de videojuegos para “matar el tiem- po” de mejor manera.
Las autoridades también se opusieron al pedido de no revisar la comida que llevan los familiares los días en los que se permiten las visitas. Es que, explica el personal de la Alcaidía, muchas veces esas oportunidades son aprovechadas para intentar ingresar elementos que no están permitidos dentro de los pabellones.
Según trascendió, durante las negociaciones los presos reconocieron que dentro de la Alcaidía se consumen drogas, lo que reforzó la postura de las autoridades sobre el control de las viandas.
El único punto que se analizará es el de las “visitas íntimas”, en las que los internos reciben una vez por semana a su esposa y su novia. Durante una hora, disponen de un lugar reservado para mantener relaciones sexuales. Tal como remarcaron durante la huelga de hambre, los presos consideran escaso ese tiempo y pidieron tener una hora más.