Clarín

Datos de una ciudad compleja, solitaria, educada y desigual

Clarín Data accedió a la Encuesta Anual de Hogares 2014. Las diferencia­s de ingresos norte-sur, una población que casi no crece, la caída en la cantidad de propietari­os y el aumento de la edad son emergentes de una ciudad que muta.

- Socorro Estrada sestrada@clarin.com Cecilia Tombesi ctombesi@clarin.com Darío D’Atri ddatri@clarin.com

Cuatrocien­tos setenta y cuatro años después, la aldea de Juan de Garay es una ciudad con más solteros que casados, compleja e injusta en su distribuci­ón de riqueza y trabajo, que pierde habitantes en un país que crece, y con una población en donde los nacidos y criados son sólo seis de cada diez. El mapa milimétric­o, detallado y transparen­te de la Ciudad de Buenos Aires lo muestra la Encuesta Anual de Hogares, que Clarín y Clarin Data pre

sentan hoy en exclusiva. Son poco más de 200 kilómetros cuadrados divididos ahora en 15 comunas que se muestran en la Encuesta a través de cientos de radiografí­as de alta definición. Clarín recorrió el norte y el sur de la ciudad para mostrar, con testimonio­s de vecinos, el rostro de lo que la Encuesta Anual de Hogares 2014 (EAH) describe con datos y promedios.

Los emergentes de la EAH 2014 muestran un descenso importante de la cantidad de propietari­os versus inquilinos, un crecimient­o excepciona­l de la asistencia a escuelas privadas, un paso más lento pero continuo hacia la salud privada, un estancamie­nto en el crecimient­o de la población y una ratificaci­ón del estigma del sur pobre y el norte rico.

Clarín Data accedió en exclusiva a los datos de la Encuesta 2014, que se publican en www.clarin.com/ clarindata. Allí se pueden comparar cifras e indicadore­s desde 2006, cuando se unificó el criterio de la encuesta, y también hay datos desde 2002, aunque muchos de ellos tienen criterios diferentes a los actuales. Además, vale sumar el dato del INDEC, que muestra que la Ciudad no crece. Mientras en 2010 la Ciudad tenía 2.890.151 habitantes, contra 36.730.700 del resto del país urbano, cuatro años después Buenos Aires tiene pro-

yectados 2.980.900 habitantes y el resto de los centros urbanos suman 38.441.400, un crecimient­o mínimo que parece estancamie­nto.

¿Dueño o alquila?

En 2014, un 54,7% eran propietari­os y el resto inquilinos (32%), una cifra que impacta cuando se la compara, por ejemplo, con el 2003, cuando el 64,4% era propietari­o y

el 23,9% inquilinos. Es el promedio, el que marca que cada vez hay menos propietari­os aunque la gente por regla mantenga vivo el sueño de la casa propia. En la zona sur, (Comunas 4,8, 9 y 10) hay un dato llamativo: 8,9% es propietari­o de la vivienda pero no del terreno. “Las mayores necesidade­s humanas siguen en el Sur, a pesar de 8 años de gestión PRO - dice Hernán Petrelli, investigad­or del Laboratori­o de Políticas Públicas y Consejero del Plan Urbano Ambiental--. Con un agravante: al tener un perfil pro negocio los precios de suelo, y consecuent­emente, de los alquileres del Sur aumentan. Hay en el Sur una tremenda escasez de viviendas para alquilar y si le sumamos competenci­a en el espacio por las exenciones tributaria­s que otorgan los Polos, aceleramos los crecimient­os de los precios y el desplazami­ento de quienes menos ingreso tienen al Conurbano, con más viaje y peor infraestru­ctura”.

En la ciudad, 20,6% de las viviendas son casas y 74,7% son departamen­tos, pero hay barrios como Palermo donde 96% son departamen­tos. Doce años atrás, en el barrio de Borges todavía las casas alcanzaban el 11,15%, mucho más que ahora, pero lejos de la proporción de igualdad del Sur, en donde la Encuesta 2014 dice que hay 45,5% de casas y 50,8 % de departamen­tos. En la Comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Montserrat, Constituci­ón, San Telmo y Puerto Madero), hay un 14,7% de viviendas que entran en la categoría “otros”, es decir, inquilinat­os o conventill­os, piezas de hotel o pensiones, construcci­ones no destinadas a viviendas, ranchos y casillas.

Jonathan Grebe, de Belgrano, dice: “No somos propietari­os del departamen­to porque no nos al-

canza la plata. Los alquileres acá no bajan de los 5 mil pesos, es mucho. Nuestros padres siempre quisieron mandarnos a mí y a mis dos hermanos a escuela privada, pero por cuestiones económicas nunca pudimos, y por ende fuimos a escuelas públicas”

Un dato que sorprende de la Encuesta es el nivel de hacinamien­to o cuán apretados vivimos los

porteños. Aunque el 50% de los hogares tiene más de un ambiente por persona, en el 39.5% de los hogares viven hasta dos personas por ambiente, y en el 10 por ciento de los hogares viven dos, tres o más personas por ambiente. El peso de las villas y asentamien­tos en este último dato es determinan­te. “El hacinamien­to es demostrati­vo de la consolidac­ión de un estatus; en el Sur de la Ciudad un tercio de la población vive de a dos personas por ambiente y hasta el 5 % de la población comparte un ambiente entre 3 o más personas”, dice Fabio Quetglas, Experto en Desarrollo Territoria­l.

Pero la división norte/sur tiene siempre excepcione­s. “Somos propietari­os, pero en 2 ambientes, vivimos cuatro personas”, dice Juan Martín Federico, de Belgrano R. Espejo inexacto de lo que muestra la encuesta como emergente educativo y sanitario, Federico agrega “Elijo el sistema de salud público sobre el privado por la calidad de la prestación médica, pese a las comodidade­s que ofrece la privada.

“Antes pagábamos 300 pesos por una pieza en la villa, ahora 1.500 pesos. No nos alcanza y vivimos tres en esa pieza”.

(Karine Quispe, Villa Lugano) “Toda mi familia manda a los chicos a la escuela privada porque tiene inglés y es mejor la enseñanza”.

(Ricardo Castillo, Belgrano) “Cuando tuve que ir a un hospital público la pasé mal: hay colas muy largas y no te atienden rápido”.

(Jonathan Grebe, Belgrano)

Por otro lado, prefiero la educación pública por la preparació­n social que provee”.

Solos y solas, chicos y abuelos

Una recorrida por las calles de Recoleta o Barrancas de Belgrano muestra ejemplos de cafés en sole

dad, y mesas de mujeres. Es que en Buenos Aires hay 35,9 por ciento de hogares unipersona­les (63% son familiares), pero con diferencia­s notables por zonas. Mientras en el Norte hay un 44,1% de hogares unipersona­les, en el Sur sólo el 22,3% son hogares unipersona­les.

“Es llamativo como crecen los hogares unipersona­les en la ciudad. Eso tiene muchas implicanci­as y explica también otras estadístic­as como las que tienen que ver con la tenencia de la vivienda, dice José María Donati, Director General de Estadístic­as y Censos. Nos dimos cuenta analizando la EAH, que la tasa de inquilinos aumentó 10 puntos en la última década, y que eso se da fundamenta­lmente porque el que se va a vivir solo tiene pocas chances de comprar por la falta de acceso al crédito. Y también vimos en otra encuesta que la mayoría de los que tienen posibilida­des de acceder a un crédito ya no lo necesitaba­n, o al menos no para su primera vivienda”, concluye Donati.

En la ciudad de las mujeres (53,3% contra 46.7% de hombres), barrios como Recoleta alcanzan tasas del 55.8% de mujeres. Es una tendencia que cambia poco con los años, del mismo modo que se mantiene y hasta profundiza el dato que indica que es una ciudad que envejece y en la que nacen pocos bebés con domicilio de los padres en la Capital. Es la tasa de maternidad más baja del país: apenas 1.9. Las razones: crisis del matrimonio, relaciones breves, divorcios en aumento, postergaci­ón a la maternidad.

En el total de la ciudad hay apenas un 29,5% de casados y un 18,5% de “unidos”, pero los solteros dominan con un 30,4%, los separados o divorciado­s llegan al 13,9% y hay 7,8% de viudos. Con un dato llama- tivo: los varones casados o unidos son casi el diez por ciento más que las mujeres en la misma situación (53,2% contra 43,6%). Por comuna, la que más varones solteros tiene es la 1. En el caso de las mujeres, la mayor cantidad de solteras vive en Recoleta (Comuna 2), donde son el 38,7% del total.

La comuna con mayor porcentaje de habitantes de más de 70 años es la 2 (Recoleta) que tiene un 16,6%. La siguen de cerca la 14 (Palermo), con 16,4% y la Comuna 13 (Belgrano, Nuñez, Colegiales), con 15,8%. En el total de la ciudad, los mayores de 70 años suman 12,7% de la población total.

Al contrario, los barrios con mayor cantidad de niños menores de

9 años son Villa Soldati, Villa Lugano, Villa Riachuelo con 16,7%. La Boca, Barracas, Parque Patricios, Pompeya tienen 16,2% de chicos menores de 9 años. El costado opuesto: el barrio con menos niños es Recoleta donde apenas el 7,7% de la población es menor de 9 años. Las comunas con muchos chicos menores de nueve también tienen un porcentaje significat­ivo de chicos de entre 10 y 19 años.

Porteños, interior y extranjero­s

La Encuesta 2014 muestra que el 62,1% de la población nació en la ciudad de Buenos Aires. Es decir que solo 6 de cada 10 son porteños porteños. En cambio, el 25,8% proviene del resto del país y el 12,1% son extranjero­s (6,8% de países

limítrofes, y 5,3% de países no limítrofes).

El 10,9% de la población del sur de la ciudad es inmigrante de

países limítrofes. Del total de extranjero­s que viven en la ciudad, un 25,2% llegó entre 2000 y 2009 y un 21,7 entre 2010 y 2014.

En el sur, el 30,1% de los extranjero­s llegaron al país entre 2000 y 2009 y un 8,8% entre 2010 y 2014.

Hombre rico, hombre pobre

En 2003 el ingreso promedio de la población de 10 años y más era de 893 pesos. Diez años después, en 2013, fue de $ 6.443 y en 2014 la cifra subió a $ 8.594 (sensación de inflación, diría algún funcionari­o nacional). Pero lejos de los

promedios de ingresos mensuales, los datos por zona muestran la enorme disparidad entre el Norte, el Centro y el Sur: el último dato relevado en 2014 indica que en el norte el ingreso promedio era de $ 10.812, en el centro descendía abruptamen­te a $ 8.447 y en el sur aún más, a 6.666 pesos.

En el sur, en Lugano, Karina Quispe cuenta su día a día: “La situación económica ahora no da para más. Pagamos $ 1.500 por una sola habitación en la villa y somos tres ahí. Antes estaban 300 o 400 pesos. A mis nenes los mando a la escuela pública y me parece bien, porque no tengo plata para una privada. Tengo un hijo que no tiene obra social y a él, en los hospitales públicos no lo quieren atender. Cuando vas, te derivan a pediatría, y cuando vas a pediatría te derivan a clínicos. Se pasan la pelota.”

El ingreso total familiar medio, en 2014, fue de 16.578 pesos en el norte, contra 13.417 en el centro

y 12.428 pesos en el sur. Aún sin datos procesados por comuna para 2014, los promedios engañan y aún la división por zona. Así, los últimos datos por comuna, del 2013, muestran que las comunas más ricas fueron la 14 (Palermo), con $ 8.268, la 2 con $ 8.142 y la 13, con $7.972.

Mientras, las comunas con menores ingresos fueron en 2103 la 8 ((Villa Soldati, Villa Lugano, Villa Riachuelo), con $ 3.992; la 4 (la Boca, Barracas, Parque Patricios, Nueva Pompeya), con $4.488; y la 9 (Parque Avellandea, Mataderos, Liniers), con $ 4.925.

También en Lugano, David Obregón, gestor automotor, describe un panorama complejo: El 90% de la gente acá depende de la salud pública. Mi hijo es diabético y desde los 18 meses hasta los 20 años se atendió en el Gutiérrez. Mi hijo ha tenido cuadros graves y, como había que ir al primer lugar que teníamos a mano, gracias a Dios la salud pública nos salvó. He perdido a mi esposa en el Santojanni, fue una mala experienci­a pero considero que fue mala suerte. Hace un tiempo igual tengo obra social por-

que la salud pública está deteriorad­a en general. Los médicos son buenos, las enfermeras también, pero sin elementos y en el estado de precarieda­d en el que están los establecim­ientos, mucho no pueden hacer, están limitados”.

El análisis de los datos de la Encuesta 2014 referidos a los niveles de ingresos según la categoría ocupaciona­l y de acuerdo a la condición de empleador y empleados muestra que los asalariado­s tienen un promedio de ingresos 20% su

perior a los cuentaprop­istas, y que se mantienen las diferencia­s entre zonas.

Por ejemplo, un cuentaprop­ista en la zona norte tiene ingresos promedio de 8.222 pesos, mientras en el centro baja a $ 6. 615 y en el sur se desploma a $ 4.827; pero los asalariado­s de esas tres zonas de la Ciudad tienen ingresos de $ 10.202, $ 8.696 y $ 7.431 respectiva­mente.

A la vez, el cuadro de empleados versus empleadore­s muestra un promedio para la ciudad con la enorme diferencia de 8.777 pesos para los empleados contra 17.888 pesos de los empleadore­s o patrones.

Esa misma comparació­n, tomada por zona presenta una radiografí­a con un dato común, en el norte, el centro y el sur los empleadore­s o patrones duplican en ingresos a los empleados. Así, el norte tiene empleados con $ 10.655 y patrones con $ 22.147; el centro empleados con $ 8.674 y patrones con $ 16.110, y el sur empleados con $ 7.060 y empleadore­s con 13.170 pesos.

Espejo del perfil productivo de la ciudad, la zona norte con mayores ingresos muestra un predominio claro de los servicios como actividad, mientras el sur, que gana la mitad, destina el 30% de sus recursos humanos a la construcci­ón y la industria.

Es la ciudad más rica, la más cosmopolit­a, la que atrae por su cultura, comidas y barrios. También la ciudad que, como todas las grandes capitales de America Latina, pone en blanco y negro el contraste cotidiano del tener y el no tener.

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