Policías extranjeros, equipos de contrabando y “Jaime” Stiuso
Uno de los frentes que “Mi Sangre” mantiene abiertos en Tribunales tiene que ver con la forma en la que lograron ubicarlo en la Argentina, cuando vivía en el complejo Nordelta (Tigre) en abril de 2012 y la manera en la que terminó siendo detenido meses después.
López Londoño sostiene que las tareas de inteligencia para rastrearlo fueron hechas ilegal- mente por policías colombianos, que incluso viajaron a la Argentina sin que ninguna autoridad de su país lo ordenara oficialmente.
Por esto, “Mi Sangre” inició una causa en Colombia y aquí fogonea un expediente en el que apunta a esos agentes colombianos, a la Policía Federal Argentina y a la Secretaría de Inteligencia (SI). Su planteo: que en el momento en el que aquí se comenzaron a seguir sus pasos con información aportada por Colombia aún no había ningún proceso en su contra.
La historia judicial de “Mi Sangre” en la Argentina comenzó en abril de 2012. El 13 de ese mes, la Secretaría de Inteligencia inició una “pre causa” en el juzgado federal 2 (por entonces vacante, luego ocupado por el juez Sebastián Ramos) en base a informes que decían que Londoño estaba aquí.
A su vez, el 27 de abril recayó en el juzgado federal 5 –de Norberto Oyarbide– un pedido de EE.UU., que requería al colombiano por cargos de narcotráfico.
En el marco de este expediente Oyarbide autorizó el rastreo de “Mi Sangre” con policías y equipos de espionaje llegados de Colombia. Pero todo cambió el 30 de mayo, cuando el juez recibió un llamado del entonces hombre fuerte de la SI, Antonio “Jaime” Stiuso. Este le advirtió que la entrada de esos equipos había sido ilegal y que ya había una causa abierta contra López Londoño.
Acto seguido, Oyarbide echó a los policías colombianos del país y se declaró incompetente. La causa por la extradición pasó a Ramos.