Emotiva despedida a Emanuel
Fue en Perico (Jujuy), el lugar donde había nacido Emanuel Ortega. Hubo muchos dirigentes en la misa y en el cortejo.
Dolor, congoja y consternación entremezclados con la impotencia ante la fatalidad que truncó la vida de un pibe que a los 21 años disfrutaba del deporte que tanto amaba. Sentimientos que entre lágrimas y silencios afloraron y se aunaron con el respeto de toda una comunidad que acompañó a la familia de Eduardo Emanuel Paulino Ortega -el futbolista que falleció tras una agonía de 11 días por la doble fractura de cráneo al golpear su cabeza contra el paredón perimetral de la cancha de San Martín de Burzacodurante el velatorio que se realizó en la cancha de básquet del club Talleres y en el traslado de sus restos al cementerio de Perico.
El féretro con el cuerpo de Emanuel llegó en la noche del viernes vía aérea al aeropuerto de Jujuy y desde allí se lo trasladó a la capilla ardiente. Vecinos, amigos y ex compañeros de la “Escuela Primaria Nº 405 Brigadier Juan Manuel de Rosas” y el club Perico donde jugó hasta los 13 años, junto con di- rigentes y jugadores de Banfield y San Martín de Burzaco y miembros de Agremiados (encabezados por Sergio Marchi) brindaron consuelo a la familia en la misa que ayer ofició el padre Víctor Achura y en el recorrido del cortejo fúnebre por las calles del barrio El Milagro.
Emanuel, Burro, Ema o Facha como lo apodaban sus amigos, era el menor de seis hermanos. Para su padre Manuel, la pérdida de su único hijo varón es irreparable.
“Era ejemplar como hijo, muy cariñoso. En enero, cuando nos visitó luego de firmar el primer contrato con Banfield, dijo que estaba contento, muy ilusionado, y que quería unir a la familia. Siento una tristeza muy grande, no es normal que un padre entierre a un hijo. Agradezco el cariño y el apoyo que nos brindó toda la gente del fútbol. Ese es su mejor legado”, señaló.