Con chicanas, Scioli y Macri se lanzan a la campaña
Se reclamaron mutuamente por no apoyar las políticas kirchneristas y por la falta de infraestructura en la Provincia.
Parece que, de a poco, los dos precandidatos presidenciales que más miden en las encuestas deciden prescindir de tanta sacarina politíca. Mauricio Macri advierte que con Daniel (Scioli) “estamos condenados a todos los males que hay
en la Provincia”, y el gobernador bonaerense empuja a su adversario con los votos del PRO que en su momento se opusieron a las estatizaciones de YPF y de la Anses.
“Dios nos libre y guarde; Argentina es mucho más grande que la provincia de Buenos Aires”, sonó a oración pagana de Macri. El jefe de Gobierno porteño se refería a los dichos de Scioli sobre la extensión territorial que gobierna (“1,500 veces más grande que Capítal Federal”). Como publicó Clarín, entonces Mauricio Macri mencionó que “aquel que no administra bien un estado grande o en escala no puede gobernar el país”. Y ayer fue hasta el nervio en la declaración: “Bajo el gobierno de Daniel estamos condenados a todos los males que el reconoce que hay en la Provincia, por el tamaño, se va a extender a toda la nación: no cloacas, no distribución de gas, no desagüe, no pavimento, no escuela pública de calidad y no hospitales públicos de calidad”.
En una entrevista con Radio Mitre, Scioli también le dedicó unos buenos baldes de brea a su principal adversario. El goboernador alertó sobre una presunta corriente “privatizadora” de su rival si gana el comicio presidencial. “Yo defiendo la recuperación de YPF, Mauricio estuvo en contra; yo defiendo la recuperación de la administración de los fondos de la Anses y Conectar Igualdad y él estuvo en contra”, declaró Scioli en el programa de Marcelo Longobardi en Mitre.
El gobernador también mencionó que tenía 800 nacimientos en la Provincia con la Ley de Fertili- zación Asistida y “ellos (los macristas) se abstuvieron”.
Hubo más: “Creo en el desendeudamiento, y cuando veo el perfil de la deuda de la ciudad de Buenos Aires, no es coherente con eso”.
Es novedoso este plano de enfrentamiento. Se limitan a cuestiones de pasado reciente. Ninguno desarrolla propuestas sobre infla- ción o cuestiones de estrategias económicas. Macri ensayó una propuesta por el cepo cambiario y le colocaron un bozal. Mucho menos en política exterior. Una investigación para expertos es detectar quién trabaja con los dos candidatos en temas de cancillería.
En cambio, ambos desarrollan conceptualizaciones sobre aspectos casi municipales. Al decir del propio Scioli: “No se puede ser candidato si no se es moderado”. Coincidencia. Macri adscribe. En su momento, Carlos Menen resultó más brutal: “Si decía qué iba a hacer, no me votaban”.
Scioli y Macri se reconocen en una parte del pensamiento desarrollista de Arturo Frondizi. Resultaría antagónico con esa enunciación de ambos el claustro de ideas de sus discursos.
Más bien, ambos se moverían por intereses domésticos despojados de ideología. Ayer, Scioli incursionó en ese terreno: “Me parece digno por parte de (Martín) Lousteau presentarse a segunda vuelta; hay que desarrollar en plenitud lo que prevé la Constitución porteña”. Losteau se enfrenta el 19 de julio al balotaje por la jefatura de Gobierno, frente al candidato macrista Horacio Rodriguez Larreta.
La reacción de Macri fue colocar al electorado ante el abismo de una eventual gestión 2015-2019 encabezada por Scioli. Para Mauricio sería “una condena”, tanto como para Daniel “un retroceso” si gana su amigo.