Uno de cada 3 alumnos maltrata a otro y dos de cada diez lo sufren
Son cifras oficiales de la Nación. Otra encuesta dice que uno de cada 4 argentinos conoce un caso de bullying.
Según datos del Ministerio de Educación de la Nación, en las escuelas secundarias argentinas 2 de cada 10 estudiantes (18%) dicen haber sufrido burlas por características físicas y 1 de cada 10 (9%) padecieron maltrato. Del lado de enfrente, 1 de cada 3 reconoce haber maltratado a un compañero (33%), o haberse burlado de otro por una característica física (29%). Exclusiones, insultos, burlas y gritos se han vuelto moneda corriente.
Otros datos oficiales disponibles, recogidos durante el Operativo Nacional de Evaluación (ONE) 2010, muestran también que 1 de cada 10 alumnos de secundaria dice haber sido golpeado o lastimado por un compañero. Otra encuesta de TNS Gallup encontró que 1 de cada 4 argentinos conoce un caso de bullying cercano a él.
El acoso impacta en los aprendizajes: una investigación de la Corporación Internacional para el Desarrollo Educativo indica que los chicos en Argentina pueden rendir hasta un 13% menos en los exámenes por ser víctimas de las agresiones de sus compañeros.
Frente al aumento de la violencia, el Consejo Federal de Educación lanzó el año pasado una Guía Federal de Convivencia Democrática, que da orientaciones a los docentes y directivos para abordar las situaciones de violencia relacionadas con la vida escolar.
La guía, que está online y fue repartida en las escuelas de todo el país, forma parte de la reglamentación de la ley 26.892, conocida como “ley antibullying”, aprobada por el Congreso en 2013.
Allí se incluyen sugerencias para actuar antes, durante y después de los episodios violentos, con énfasis en el valor de los límites y de la construcción de una “autoridad pedagógica democrática”. El mayor acento está en la prevención: el documento propone no minimizar los pedidos de ayuda de los alumnos, y sostiene que el docente debe “demostrar una actitud activa y de escucha”. Además, plantea que las escuelas armen talleres y grupos de reflexión sobre la convivencia y los derechos de los chicos, involucrando sobre todo a las familias.