Se lanzó Carrió y defendió la alianza con Macri: “Yo ya gané”
La diputada se jactó de la creación del armado de Cambiemos. “Generé el acuerdo para que gane la República, no yo”, dijo.
“No me toquen, porque no puedo recibir mucha energía”, pidió sobre el final, con el micrófono, cuando sus admiradores se le acercaban para pedirle besos y sacarse fotos. Elisa Carrió desplegó su locuacidad e histrionismo en un almuerzo organizado para lanzar su precandidatura presidencial y celebrar el Día de la Independencia. Con un discurso por momentos sin filtro, a su estilo, se refirió con humor a su reciente internación, se mostró convencida de que el frente Cambiemos ganará las elecciones presidenciales, fustigó a Daniel Scioli y cerró con un pedido “a Dios”.
“Hoy es un día muy especial para la Argentina. No sólo porque es 9 de Julio: se inicia la campaña presidencial por quién va a gobernar el país. Y no va a ser nadie del PJ”, arrancó Carrió en el escenario del Palacio San Miguel, vestida de negro y con una chalina blanca, sentada con las piernas cruzadas, y embistió contra Scioli: “No va a ser quien no tenga dignidad y se haya arrastrado ante el poder. Vamos a ganar extraordinariamente bien”. ¿Más? “Donde el Gobierno ve una victoria, yo veo el cajón de Herminio Iglesias. Lo está quemando Zannini y lo va a terminar de quemar Aníbal Fernández”.
En medio del ruido en Cambiemos por los cruces entre Martín Lousteau y el macrismo por el balotaje en la Ciudad, Carrió buscó aplacar la tensión y auguró una competencia amigable de cara a las primarias. “No va a haber confrontación, yo soy garante de la unidad de este espacio”, intentó quitarle carga a la disputa en la que Mauricio Macri aparece como amplio favorito y en la que también procurará dar pelea el radical Ernesto Sanz. “Yo ya gané. He generado este acuerdo para que gane la República, no para ganar yo”, reforzó esa postura, e incluso casi descartó un debate entre los precandidatos: “Soy muy fuerte y no quiero hacer nada donde sobresalga”. Así y todo dijo que “le puedo ganar a Macri”, aunque aclaró: “Así: sin un peso, sin un afiche, sin sobresalir”.
Con un tono apacible, entre la ref lexión filosófica y una suerte de sermón, le dedicó un tramo a la Presidenta: “¿De qué goza Cristina? ¿De la destrucción final de todas las instituciones? ¿Cuál es su lógica? ¿Qué extraño mal afecta su corazón para traernos tanta desdicha? Y no es que no la quiero. Pero si el resentimiento se apodera de millones, hay holocausto”. También apuntó contra Felipe Solá, por su spot sobre Aníbal F.: “Tarde se acordó. Si está dispuesto a poner preso a Massa, estoy de acuerdo”. Luego levantó la voz para advertir sobre un eventual fraude: “¡ No hagan trampa, porque voy a hacer sonar el escarmiento! ¡La sociedad a la calle ante la menor trampa!”.
Fue su reaparición luego de tres días de internación. Unas 300 personas pagaron 250 pesos por el almuerzo –empanadas y sandwiches de carne–, precedido por los discursos de Hernán Reyes, Marcela Campagnoli y Mariana Zuvic, precandidatos a legisladores. Héctor Flores, su compañero de fórmula, envió un video. En el cierre, Carrió avisó que le hablaría a Dios: “Le pido que nos traiga la paz, la República, la verdad”.