Un regalo muy particular: una cruz con una hoz y un martillo

El presidente de Bolivia Evo Morales le regaló al Papa Francisco un crucifijo sobre una hoz y un mar

tillo, réplica de la obra tallada por el sacerdote jesuita español, Luis Espinal, asesinado por la dictadura militar boliviana en 1980. Luego del encuentro, la oposición boliviana, con el ex presidente boliviano Jorge Quiroga, a la cabeza criticó el regalo al considerarlo un objeto que representaba el comunismo. “El regalo está enturbiando el enorme logro nacional de que el Papa hubiese hecho referencia al tema marítimo”, sostuvo. Luego, en diversos medios bolivianos y argentinos se publicó que el Papa había dicho: “Eso no está bien”, al recibir el crucifijo. Fue entonces que en pocos minutos se viralizaron en las redes las críticas a Morales. Por este revuelo, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi decidió hablar del tema en conferencia de prensa. “El Papa no ha tenido una particular reacción a esto ni me ha dicho que manifieste particular reacción negativa a esto”, confirmó. Luego explicó que él personalmente había pedido información sobre esa cruz a los jesuitas que participaron en la misa celebrada en el Cristo Redentor de Santa Cruz, y sostuvo que confirmó que era una figura diseñada por Espinal. Respecto de la supuesta negativa que el Papa había tenido en el momento de recibir el obsequio, su vocero explicó que la única frase que dijo el Papa fue: “Eso no lo sabía”. El Papa Francisco se refirió ayer a Espinal al detenerse para rezar por él a medio camino en la autopista que une a las ciudades de El Alto y La Paz, en el ingreso al lugar donde fue encontrado su cadáver. Francisco dijo que Espinal fue “víctima de intereses que no querían que se luchara por la libertad de Bolivia” y que lo “eliminaron” porque predicó el Evangelio y eso molestó.