China tomó medidas drásticas y mejora la situación de las Bolsas
El gobierno prohibió vender acciones e impuso límites a grandes empresas. El mercado reaccionó en alza.
Tras las dramáticas pérdidas de las últimas tres semanas, los mercados chinos comenzaron ayer a recuperarse, con lo que parecen tener efecto las masivas intervenciones del gobierno de Beijing para frenar su caída, que entre otras medidas prohibió a los accionistas destacados de las empresas vender sus acciones en los próximos seis meses.
La Bolsa de Shanghai, que el miércoles había caído un 5,9% cerró ayer con beneficios del 5,75%. El Componente Index de Shenzhen ganó un 4,25 por ciento, luego de caer la jornada anterior un 2,95% y la Bolsa de Hong Kong terminó las operaciones con casi un 4,0% al alza, tras el derrumbe del miércoles, que llegó al 5,84%.
Los beneficios se vieron precedidos de nuevas y drásticas medidas por parte de las autoridades para proteger esos mercados, que en un mes perdieron más de una tercera parte de su valor.
La prohibición para vender es para los accionistas con participaciones superiores al 5% en alguna empresa. Y para contribuir a la estabilización de los mercados, grandes empresas estatales como la petrolera Sinopec o el grupo minero del carbón Shenhua compararon masivamente acciones propias.
Por otro lado, el Banco Central de China volvió a prometer ayer también medios económicos suficientes a la Securities Finance Corporation, que financia los créditos a los mercados de valores.
A la cifra de empresas chinas que no quieren o no pueden comerciar sus valores por las fuertes pérdidas ayer se le sumaron 194 nuevas y el número asciende ya a 1.439, casi la mitad de las que cotizan en Bolsa, según informa la agencia de noticias económica Bloomberg.
Muchos analistas atribuyen la dura caída del último mes a una consecuencia lógica tras siete meses ininterrumpidos de subas inverosímiles, producto de la es- peculación. En las bolsas chinas operan cerca de 90 millones de inversores individuales, la gran mayoría personas con nulos o pocos conocimientos financieros, y que invirtieron en el mercado sus ahorros o dinero proveniente de préstamos. Como actúan de forma intuitiva, entraron en pánico en las últimas semanas y comenzaron a vender, lo que produjo la debacle general.
Este proceso de la burbuja bursátil comenzó, aproximadamente, en enero del 2014, cuando los inversores se inclinaron por las plazas chinas, que resultaban baratas y rentables. Entre enero del 2014 y el 6 de junio, el Shanghai Composite llegó a crecer un 142%. A partir de allí comenzó el alerta. China ralentizó su crecimiento y la burbuja comenzó a pincharse.
La crisis estalló finalmente y los inversores pequeños se asustaron. Comenzaron a vender sin mucha lógica, haciendo caer abruptamente desde hace tres semanas las acciones de infinidad de empresas.