Surgen roces entre EE.UU. e Irán por el programa nuclear
Pese a que las conversaciones venían fluidas y amistosas, en las últimas horas parecen haber surgidos algunos roces entre Irán y las potencias globales que están tratando de llegar a un acuerdo sobre el programa nuclear de la República Islámica.
Un alto responsable iraní acusó anoche a las potencias occidentales, básicamente a Estados Unidos, de cambiar de posición durante las negociaciones, después de trece días de discusiones en la cumbre de Viena. “Hemos constatado algunos cambios de posición respecto a un gran número de cuestiones, lamen
tablemente”, declaró la fuente, considerando que “esto pone las cosas aún más difíciles”.
Desde la otra vereda, el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, también utilizó frases punzantes. “Si las decisiones difíciles no se toman, estamos totalmente preparados para poner punto final a este proceso”, aclaró. Y luego agregó: “No nos quedaremos negociando para siempre. Aunque también consideramos que no debemos levantarnos e irnos simplemente porque el reloj marca la medianoche”.
Pero pese a esta presión y a las casi dos semanas de intensas negociaciones en la capital austriaca, las partes siguen negociando para llegar a un acuerdo. Lo que ayer quedó claro es que la fecha límite –vencía este viernes– se postergará nuevamente.
“Hay avances reales hacia un acuerdo. No nos apresuraremos ni permitiremos que nos apresuren”, señaló Kerry. Pero advirtió que aún faltan resolver “asuntos difíciles”.
También Irán se pronunció en el mismo sentido. “Trabajamos con ahínco, pero sin prisa, para realizar la tarea”, escribió en Twitter el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif.
El jueves por la noche las potencias globales – Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Gran Bretaña y Alemania– discutieron la situación durante casi una hora. Previamente hubo otras reuniones, e incluso una de 45 minutos de Kerry con Zarif.
Un pacto final, que se negocia sobre la base del acuerdo marco alcanzado en abril en Suiza, contribuiría al desmantelamiento de una parte de la infraestructura nuclear iraní para impedirle la fabricación de la bomba atómica, algo que Teherán sigue negando que sea su intención.
A cambio, la comunidad internacional iría retirando progresivamente las dolorosas sanciones impuestas a Irán, cuando la agencia de Naciones Unidas encargada de la energía atómica verifique que Teherán cumple sus promesas.
“Nunca Irán y sus socios han estado tan cerca de un acuerdo final. Pero todavía está lejos de hacerse realidad. Todavía son necesarias decisiones políticas serias”, reconoció el ministro Zarif, en una entrevista con el Financial Times.
Algunos de los principales escollos en este complejísimo acuerdo tienen que ver con el ritmo para levantar las sanciones y la verificación por la ONU del estado en que se encuentran las instalaciones nucleares iraníes. Irán también insiste en que debería haber cambios en el embargo de armas que le viene aplicando Occidente, y flexibilizar las restricciones de la venta de misiles. Este punto preocupa fundamentalmente a los rivales de Irán y aliados de Estados Unidos en la región.