Un ciclo chino que deprime el precio de las materias primas
La desaceleración de la economía china está llevando a las materias primas a sus precios más bajos en la década. Una muestra de ese retroceso lo dio el índice de commodities de la agencia Bloomberg, que mostró que la baja de los precios de todo tipo de materias primas (oro, petróleo, gas natural, maíz, soja, hierro o cobre) asciende a un promedio del 11% en lo que va de 2015.
Se trata del nivel más bajo de los últimos 13 años, que deja en evidencia que el tirón de la de- manda china se frena y comienza a afectar al conjunto de los mercados, lo que se traduce en un golpe a las economías y las monedas de los países emergentes exportadores de materias primas. El precio del petróleo acumula una caída del 47% en los últimos meses. Los países productores son los principales perjudicados y, en el caso de Sudamérica, Venezuela es el mayor afectado.
Ayer, el derrumbe del 8,48% en la plaza bursátil de Shanghai y del 7,59% en la de Shenzhen repercutió en la Bolsa de Chicago. La cotización de los futuros de soja y maíz cerraron con bajas de 3% y 5%, respectivamente. Así, el poroto con vencimiento en setiembre se ubicó en US$ 353,20 la tonelada, mientras que el cereal cerró a US$ 146,84. El trigo disponible también cerró en baja al caer 1,8% a US$ 184,64 por tonelada.
En general, los expertos estiman que la baja de las commodities se explica por varias razones, entre ellas, la fortaleza global del dólar o la próxima subida de tipos en EE. UU. Pero, por encima de todo, en general coinciden en apuntar a las señales de fragilidad que emite la economía china. “China es el primer consumidor de materias primas y sus oscilaciones internas afectan al resto”, dijo a Bloomberg Gabriel Stein, de Oxford Economics. “Hay preocupación sobre el crecimiento de la economía china”, añadió Ole S. Hansen, analista de Saxo Bank. Las muestras de “debilidad” de la segunda mayor economía global, que compra y procesa materias primas para convertirlas en productos que luego vende a medio mundo, acrecentadas por las recientes caídas en sus Bolsas, “han deprimido el mercado”, agregó.
Este descenso de las materias primas se traduce en dificultades para las naciones exportadoras. Las consecuencias son distintas en cada país. Ni Brasil ni Argentina están exento de estos problemas. Mientras los dos se ven favorecidos en parte por una baja en los precios de la energía que consumen sus industrias, los alcanza de igual manera la caída de los precios de los commodities. Actualmente, más del 60% de las exportaciones de Brasil son materias primas y entre la minería, la soja y el petróleo explican el 40% de las ventas al exterior. El país se ve afectado también por la posible suba de tasas en EE.UU, ya que muchos capitales financieros podrían migrar hacia países desarrollados. Esto impacta de manera indirecta en la Argentina con una economía que, por un lado, pierde competitividad ante un real que se devalúa y, por el otro, basa su fuerte en la agroindustria mientras carece de dólares y nuevas inversiones.