“Tomar una ruta bonaerense es arriesgarse a jugar a la ruleta rusa”
Viajo con mucha frecuencia en auto desde la Ciudad hacia el interior de las tierras anaranjadas de la provincia de Buenos Aires y cada ocasión se transforma en una nueva aventura que pone a prueba mi capacidad de asombro. Agradezco no haberme acostumbrado a la selva, lo cual resguarda mi espíritu crítico y la posibilidad de observar las distintas especies con las que solemos jugar a la ruleta rusa cada vez que tomamos una ruta bonaerense.
Convivimos con los “cautelosos”, cuyo criterio preventivo es “a menor velocidad, menor riesgo” — aún circulando por debajo de la mínima permitida y por el carril izquierdo en las autopistas — y los rápidos y furiosos que sólo ven al resto de los vehículos como obstáculos a superar de cualquier manera.
Por la noche, se incorporan otros elementos que complejizan la escena: autos disfrazados de moto (circulan con una óptica menos) y, en el otro extremo, los “iluminados” que llevan la luz alta y hasta alguna luz azul bolichera antirreglamentaria. Al pasar por zonas urbanas se suman a la fiesta los motociclistas sin casco, por la banquina a contramano. En el rubro camiones las especies son también variadas: podés toparte con un grupito de tres o cuatro a 40 km/h en fila india o ver a otros que se olvidan de su acoplado y andan como si manejaran un sedán. Por si faltaba agregarle un poco de riesgo, todo esto circula al mismo tiempo sobre rutas mal señalizadas, con banquinas inexistentes o mal mantenidas, asfalto con pozos o canaletas que de noche se convierten en un campo minado.
En la Argentina mueren más de veinte personas por día en accidentes de tránsito y eso debería convertirlo en un tema central de agenda. Malos conductores y mala infraestructura son producto de la famosa ausencia del Estado. El Gobierno nacional dispone desde hace un buen tiempo de los espacios televisivos de mayor rating gracias al Fútbol para Todos: ¿no sería más productivo que dediquen los minutos de entretiempo a concientizar sobre prácticas viales seguras, en vez de vomitar informes contra sus enemigos políticos y hacer mera propaganda oficial?
Agustín Ribero Nogueira
agustin.ribero.nogueira@gmail.com