Máximo, Bonadio y la valija con kriptonita
Aunque había dicho que no tocaría la causa hasta después de la feria, Rafecas ya actuó
Los fanáticos de Superman podrán saltear la explicación: la kriptonita es un compuesto radiactivo proveniente del mismo planeta que el superhéroe –Kripton–, que debilita sus poderes cuando la exhiben ante él. Dicen los que conocen el expediente de la causa Hotesur que las pruebas recogidas por el juez Claudio Bonadio en los procedimientos realizados hace dos semanas en varias ciudades de la Patagonia podrían causar un efecto semejante a Máximo Kirchner y su
familia, si fueran analizadas por la justicia con ojos profesionales e imparciales.
El potencial poder destructivo de las pruebas puede estimarse con algunos datos incuestionables: Bonadio ordenó un operativo simultáneo en muchos lugares, y para llevarlo a cabo apeló a la Policía Metropolitana. Primera conclusión evidente: el juez no confiaba en la lealtad y la competencia de las fuerzas de seguridad que dependen del gobierno nacional. Una oportuna infidencia podría haber alertado a las distintas oficinas, y algún otro involuntario error en la recolección de las pruebas podría haber abierto la vía para pedir su invalidez.
Otro indicio de la ansiedad presidencial ante el secuestro de esos archivos informáticos fue la inmediata separación del juez en menos de 48 horas: dos camaristas afines al Gobierno (Eduardo Freiler y Jorge Ballestero) cuestionaron un peritaje contable ordenado por Bonadio, y además de anularlo le sacaron la causa al magistrado. A otra cosa.
La última señal de que los archivos informáticos contienen información que le quita el sueño a la familia Kirchner acaba de ocurrir: pese a que había anunciado que no tocaría la causa hasta el final de la feria judicial –que recién concluye el lunes próximo– el juez Daniel Rafecas, que recibió el expediente Hotesur, decidió reclamarle a la Policía Metropolitana todo lo que secuestró, y se lo entregó a la Prefectura para que continúe su custodia.
Un amplio poder firmado en 2013 por el socio de Máximo, Osvaldo “Bochi” Sanfelice, para que el hijo de la Presidenta haga y deshaga en Hotesur, dejó en manos del candidato a diputado por Santa Cruz toda la responsabili
dad penal por cualquier eventual delito. Por ejemplo, el lavado de dinero a través del falso alquiler de habitaciones de los hoteles de la empresa que nadie ocupaba.
Mientras casi todo el mundo judicial disfruta de la segunda semana de vacaciones de invierno, la valija cargada con kriptonita acaba de cambiar de manos. Su
perman respira aliviado.
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