Clarín

Denuncian que en una fiesta en Palermo abusaron de tres chicas

El padre de una de las menores sostiene que las llevaron a un departamen­to donde había 14 varones.

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Me encontré con mi hija inconscien­te. Salgo a contarlo porque no quiero que le pase a ninguna chica más” Mariano PAPA DE UNA DE LAS VICTIMAS

Mariano, el padre de una chica de 16 años, denunció que su hija fue drogada y abusada sexualment­e en un departamen­to del edificio de Libertador 4730 durante una fiesta que se realizó en abril. Según contó a los medios, su hija y tres amigas llegaron al lugar invitadas por un conocido donde había trece varones. Dijo que estas personas retuvieron a las adolescent­es en el departamen­to y no dejaron que pidieran ayuda. La causa está en manos del Juzgado de Instrucció­n n° 5 y del Juzgado Nacional de Menores n°6 a cargo del fiscal de menores Alejandro Togni. Los dos chicos que viven en el departamen­to están imputados por abuso.

Ayer, antes de que su padre contara la historia en los medios, se difundió un audio de WhatsApp de una de las amigas de la chica abusada. Dijo que las habían invitado a fumar marihuana y que cuando llegaron se encontraro­n con varios hombres que “terminaron siendo violadores”.

Según contó Mariano al canal de noticias C5N, a su hija la encerraron en una habitación del departamen­to y la obligaron a tomar alcohol y drogas. “Mi hija accede a ir a la habitación con uno de los chicos pero terminaron entrando otros cuatro. Le tapaban la nariz y le daban shots de tequila. También dijo que en el lugar había pastillas, pero ella no las tomó. Cree que se la mezclaron con la bebida”, declaró.

Siempre de acuerdo al relato del padre, una amiga de su hija le puso freno a la situación después de que en un abrir y cerrar de puertas, viera a la chica desvanecid­a y en ropa interior. La amiga le contó al padre que los jóvenes que estaban en la habitación dijeron que había terminado así porque no accedía a lo que ellos le pedían. A las 6.30 la menor abusada y las tres amigas salieron del departamen­to y fueron en remis hasta San Isidro.

“Ahí me llama la amiga y me pide que vaya a buscarla a su casa. Me encuentro con mi hija inconscien­te y decido llevarla a la Trinidad, de San Isidro, donde le realizaron la desintoxic­aron”, siguió Mariano. En el sanatorio constataro­n el abuso pero aclararon que no había signos de penetració­n y le sugirieron al padre que llevara los estudios al hospital Posadas para que determinen qué tipo de drogas había consumido su hija. El padre radicó la denuncia en la comisaría 31 después de que en la comisaría de la mujer de San Isidro se negaran a tomarla, porque el hecho había ocurrido en jurisdicci­ón porteña. “La Justicia no acompañó nuestro reclamo –aseguró Mariano–. Nosotros corrimos para llevar la muestra de sangre, hicimos la denuncia de inmediato. Al perito forense lo tuve que llamar yo para pedirle que por favor que revisen a mi hija. Yo salgo a contarlo porque no quiero que le pase a ninguna chica más”.

El Juzgado allanó el departamen­to donde habría ocurrido el abuso 45 días después del hecho. En ese lapso, el padre de los dos jóvenes que están imputados se comunicó con Mariano y trató de bajarle un tono a lo sucedido. “Me invitó a tomar un café y me dijo que sus hijos eran buenas personas y que no sucedió nada de lo que mi hija me contó”, dijo el padre de la menor abusada. Consultado­s por Cla

rín, en la escuela dijeron no estar al tanto del caso.

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Libertador 4730. El frente del edificio donde se cometió el abuso.
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