Kranevitter: “Si hay que raspar, lo vamos a hacer”
“Tenemos que hacer lo que sabemos, jugar con inteligencia y presionar. Estamos ante una chance única”, asegura.
Recién dejaba los pañales. Tenía tres años, por eso su recuerdo es tenue. Tiene flashes de aquella noche en Yerba Buena, donde se festejó sonoramente, como en el resto del país, la última Copa Libertadores que conquistó River. Entonces, ni siquiera era un proyecto de jugador. Pero hoy está ante una instancia inmejorable. “Desde los 13 años que estoy en el club. Viví buenas y malas. Por eso para mí, es muy especial este momento. Hice un esfuerzo muy grande para llegar acá”, dice Matías Kranevitter, el tucumano de 22 años con futuro europeo, el volante central que recuperó Marcelo Gallardo y esta noche será el socio de Leonardo Ponzio en el mediocampo.
Le brota la felicidad en ese rostro lleno de pecas al equilibrista de la banda roja. Hombre de palabras breves, a la hora de entrar a la cancha, es metedor como pocos. Por eso deja esta frase ante Clarín, en la previa de la gran final ante Tigres bajo el caluroso cielo de Monterrey: “Vamos a intentar jugar, que es lo que mejor hacemos. Ahora, si hay que raspar, lo vamos a hacer”.
-¿Y cómo se marca a André Gignac, la gran figura de Tigres, que llegó con todos los pergaminos desde Francia y es un futbolista con sobrada capacidad en el juego aéreo?
-Y alguna patada no está de más, jaja... No, en serio. Nosotros tenemos que hacer lo que sabemos, jugar con inteligencia y presionar. Estamos ante una chance única.
-¿Y quién es favorito?
-En las finales no hay un equipo que llegue con más posibilidades que otro. Llegaron los dos mejores. Ahora, hay que demostrar.
-Los jugadores mexicanos se quejaron de los árbitros, dijeron que ayudarían River. ¿Puede influir en la cabeza de ustedes esta situación?
-Nosotros no tenemos que estar pendientes de lo que se dice, mucho menos del árbitro. Tenemos que estar concentrados y trabajar en el campo de juego para quedarnos con la victoria.
-¿Firmás un empate?
-Firmo levantar la Copa en casa. Muchas veces soñé con esta posibilidad. Ojalá se me pueda dar.