“En este equipo hasta el arquero juega bien con los pies”
Dice que está feliz de haber llegado al club, apoya la idea de salir jugando y traza los objetivos del plantel.
Independiente lo tiene hipnotizado. Desde que llegó, mira todo con los ojos bien grandes como si hubiese caído de otro planeta, pero sólo se movió unos pocos kilómetros para pasar de Lanús a Avellaneda. El Marciano Jorge Ortiz está chocho en su nuevo club. Lo dice su entusiasmo y el énfasis que, mano a mano con Clarín, le pone a cada palabra para describir sus sensaciones tras haber debutado el domingo con la roja puesta.
-Tuviste que esperar para que se haga el pase, después se demoró la firma y luego no llegaba la habilitación. ¿Cómo viviste toda esa espera?
-Fue todo muy loco. Lo viví con mucha ansiedad. Uno hizo mucho esfuerzo para que se pueda dar. Se dilató todo y se hizo un poco duro para mí hasta poder jugar. Hubo muchas trabas, pero valió la pena esperar tanto. Disfruté del partido como si fuese mi debut en Primera. Cuando estaba en la concentración la noche anterior ya me imaginaba el momento de salir a la cancha y ver ese marco impresionante.
-¿Quedaste conforme con tu primera actuación?
-Hablando con mi familia les decía que estaba muy contento. Me sentí muy bien. Me quedo más con el segundo tiempo porque nos complementamos mejor con Jesús (Méndez). A medida que vayan pasando los entrenamientos y los partidos nos vamos a ir entendiendo más.
-Vos y Méndez son dos volantes acostumbrados a jugar al lado de un cinco de marca, ¿cómo se distribuyen quién marca y quién sube?
- En el primer tiempo, por momentos nos íbamos los dos juntos al apoyo de los delanteros. Ambos tenemos la característica de salir a jugar para llegar al área. En el complemento ya nos organizamos y cuando él iba al ataque yo me quedaba o al revés. Con sólo mirarnos ya nos entendíamos. Uno de los dos tiene que ser el equilibro del equipo en la mitad de la cancha y el otro debe ayudar arriba.
-Bellocq, Vitale, Méndez, Mancuello, el Torito Rodríguez, el Cebolla, vos... ¿Es una presión que haya tantos mediocampistas en el plantel?
-No, es una competencia interna muy linda que le hace muy bien al equipo. Da gusto venir a entrenarse al lado de esta clase de jugadores. Eso sí, no hay que relajarse porque todos son de nivel competitivo.
-Por lo que se vio, con Pellegrino continúa la apuesta por salir jugando de abajo. ¿Esa es la idea?
-Eso nos pide Pellegrino. Los chicos aprendieron mucho en ese sentido con Almirón y les quedó grabado. A mí me gusta. Después del partido con Rafaela hablaba con Pellerano y le decía que da gusto jugar en este equipo por la forma que tiene de jugar. Hasta el arquero juega bien con los pies. Es obvio que tenemos que corregir cosas.
-¿Cómo cuáles?
-Tenemos que tener más paciencia. El otro día veíamos un espacio en un sector y ya queríamos atacar y terminar la jugada por ahí.
-¿Qué les parece a los jugadores el hecho de que tengan que desayunar y almorzar en el club?
-Lo veo bárbaro. Yo estoy acostumbrado porque el Mellizo lo hace en Lanús. El cuidado de la salud es fundamental. Cuando era joven mucha importancia no le daba, pero a medida que uno crece se va dando cuenta de la trascendencia de cuidar el físico. Después se ve reflejado en el campo de juego.
-El hincha quiere la Copa Sudamericana. ¿Es el objetivo del semestre?
-Tenemos que ponernos objetivos a corto plazo. Ahora viene Colón y esa es la próxima meta. Después vendrá lo otro. La Copa Argentina y la Sudamericana son dos lindos torneos que ilusionan. También queremos clasificar a la Copa Libertadores del año que viene.