Kicillof quiere que el Estado regule los alquileres
Admitió que le gustaría cobrar un impuesto sobre los inmuebles desocupados. Cree que ayudaría a bajar los precios. La idea no cosechó adhesiones entre las inmobiliarias.
Para el ministro, se debe poner un impuesto a las propiedades vacías, pero no establecer precios máximos.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, también precandidato a diputado nacional del Frente para la Victoria en la ciudad de Buenos Aires, tocó -ayer en una entrevistaun tema históricamente polémico: la injerencia del Estado en la regulación de los alquileres.
Seguramente previendo la polvareda que levantarían sus palabras, el funcionario enseguida aclaró: “Hay que regular desde el Estado el tema de los alquileres. No digo fijar un valor máximo pero sí, por ejemplo, que si alguien tiene un inmueble y no lo alquila, cobrarle impuestos. De esa manera, se aumentaría la oferta y bajarían los precios”, dijo.
Así el funcionario se refirió al tema durante una entrevista que le hizo el canal A24, en la que habló de distintos temas, como el dólar y la devaluación, entre otros.
La idea de “regular” el mercado de las locaciones no es nueva. Hace poco, la había propuesto otro referente del Gobierno, Mariano Recalde, titular de Aerolíneas Argentinas. Y se suma a otros proyectos que, en los últimos años, intentaron regular, de alguna manera, el mercado de los alquileres.
Desde las inmobiliarias, la idea de Kicillof no cosechó demasiadas adhesiones sino todo lo contrario, aún con críticas que tuvieron diferentes matices.
La consideración más salomónica provino de la Cámara Inmobiliaria (CIA). Tomás Marolda, secretario de la entidad consideró que “la medida evidentemente apunta a aumentar la oferta” y está pensada “desde un punto de vista social” porque bajarían los precios para los inquilinos, admitió. “Sin embargo habría que ver si no choca con el derecho de propiedad, visto desde el punto de vista legal”, advirtió.
Por otro lado, según coincidieron los distintos referentes del mercado, “hoy no existe tanta escasez de propiedades en alquiler”. Porque “para los propietarios es más redituable alquilar que vender”, aseguró Marolda.
“Los alquileres no están subofertados. Hay una demanda y una oferta razonable y fluida. Nadie se queda sin alquilar. Y esto sucede en todas las zonas”, señaló Roberto Arévalo, ex presidente de la Cámara Inmobiliaria. Los precios, por su parte, aumentaron estimativamente 28 o 30% anual, siempre por debajo del nivel inflacionario.
“A pesar de que la renta está muy baja (3,5% anual bruta y entre 2 y 2,5% neta), los propietarios hoy siguen apostando a tener la propiedad alquilada. A nadie le conviene tener la vivienda cerrada sin alquilar”, aseguró el empresario.
Todos los referentes del sector coinciden en que “hoy no la pasan bien ninguna de la dos partes: ni el inquilino porque no llega a pagar el alquiler con su salario, ni el propietario por la renta tan baja que percibe”, insisten.
Más drástico, Armando Pepe, fundador de la entidad, disparó sobre la propuesta de Kicillof: “Me parece un disparate porque es espantar a los propietarios o quienes deciden invertir en la compra de una propiedad”. En la misma sintonía, Arévalo señaló sobre la idea del ministro de Hacienda: “Me parece una barbaridad. El sector privado es el que movió siempre el mercado inmobiliario. Quien compra una propiedad tiene el de-
recho de pagar los impuestos que corresponde pero no más. No me parece oportuna la idea”, dijo. “Por supuesto, esto también desalienta a los extranjeros que quieren invertir en el mercado inmobiliario”, agregó. “Quien ha comprado una propiedad tiene todo el derecho del mundo a hacer lo que quiere con su patrimonio y no pagar un impuesto que sería un despropósito”, dijo.
En la memoria de los martilleros, resuenan otros intentos políticos de dar al Estado una mayor participación en la regulación de los
alquileres. En especial cuando los intentos pasaron por estipular precios máximos o congelar las cuotas de los alquileres como ocurrió allá por 1945.
Luego, otras movidas buscaron regular, en alguna medida, el mercado de los alquileres. Por caso, en noviembre de 2012, el entonces legislador Aníbal Ibarra tuvo un proyecto similar a la idea de Kicillof,. “Si bien nunca se le dio mayor importancia como ocurrió con cualquier proyecto regulatorio de los alquileres”, dijo Arévalo. Luego, en 2009, circuló otro proyecto de la diputada Teresa Quintela, referente del Frente para la Victoria, que también fue bochado.
Y más tarde otro senador de Tierra del Fuego, lo quiso reflotar pero tampoco tuvo eco”, recuerdan en el sector. El año pasado, los legisladores del oficialismo María Rachid y Jorge Aragón, presentaron un proyecto para incentivar el alquiler de casas desocupadas en la ciudad de Buenos Aires que proponía aplicar un 300% de aumento en la tasa de Alumbrado, Barrido y Limpieza ( ABL), si los propietarios de las viviendas “ociosas” se oponían a alquilarlas. Los alquileres suben al ritmo que la inflación según informes del sector en los últimos meses.