Multas de hasta $ 26 mil por ir a alta velocidad

Es porque se actualizó el valor de la Unidad Fija, que se toma para definir el costo de la sanción. En seis meses se labraron 792.296 actas manuales y fotográficas.

La Ciudad estableció nuevos valores para las infracciones. Cruzar un semáforo en rojo saldrá 9.750 pesos.

Fue un salto mucho menor que en anteriores oportunidades, pero en algunos casos se nota más. El valor de la Unidad Fija (UF), la referencia que se toma para determinar el costo de las multas de tránsito, aumentó diez centavos y se fue a $ 6,50. Así, el mal estacionamiento costará $ 650, mientras que la multa más cara, el exceso de velocidad grave, costará hasta $ 26.000.

El aumento fue concretado semanas atrás y ya está en vigencia. La explicación tiene que ver con una modificación que se hizo en noviembre de 2013 al Código de Faltas. Hasta ese momento, las UF valían $ 1,66, y para actualizar su valor era necesario que la Legislatura lo votara por ley. A medida que la inflación fue pesando más y más, ese valor quedó demasiado bajo y las multas, al quedar muy baratas, perdían su función punitiva y educativa. Por eso la Legislatura definió un método de indexación automática: que la UF equivaliera al precio de medio litro de nafta premium vendido en las estaciones YPF del Automóvil Club Argentino, y que ese precio se actualizara semestralmente. El primer cambio fue llevar la UF a $ 5,30, luego en setiembre pasado se fue a $ 6,40, y ahora a $ 6,50.

El nuevo parámetro fue fijado por la resolución N° 140 de la Subsecretaría de Justicia de la Ciudad. Allí se comunicó que el valor del litro de la nafta de mayor octanaje (al menos al momento del cambio en la normativa) era de $ 13,08. Aunque la mitad daba $ 6,54, pero se llevó el redondeo para abajo en favor del infractor.

De esta forma, la infracción que más comúnmente se comete, el mal estacionamiento, se irá a $ 650, porque su sanción está determinada en 100 UF, salvo que el auto bloquee una rampa para discapacitados, una parada de colectivos o una ciclovía, casos en los que se va al doble, $ 1.300. Según informaron en la Subsecretaría de Tránsito y Transporte, el mal estacionamiento implica el 48,3% del total de actas que se labraron durante el primer semestre, porque sumó 161.911 actas manuales y 221.049 fotomultas, para un total de 382.960. Entre las manuales, la segunda causa más común fue hablar por celular al manejar (28.000 casos), mientras que entre las electrónicas fue el exceso de velocidad en autopistas (119.970). Entre enero y junio en la Ciudad se labraron 792.296 infracciones.

También costarán $ 650 las multas para otras infracciones bastante comunes, como manejar motos sin ponerse el caso y no usar el cinturón de seguridad.

El valor más alto será para los excesos de velocidad. Si un vehículo circula con hasta 20 km/h de exceso en calles o avenidas (cuyos topes son 40 y 60 km/h), la multa será de $ 975, que se elevará a $ 1.625 si se da en avenidas rápidas o autopistas (100 km/h, salvo en la autopista 25 de Mayo que provisoriamente está en 80 km/h por las obras del Metrobus). La más cara será para quienes vayan a más de 140 km/h: les puede corresponder una multa de $ 2.600 a $ 26.000.

El castigo por cruzar un semáforo en rojo también será alto. La sanción tendrá un mínimo de $ 1.950 y un máximo de $ 9.750.

Otra multa bastante cara será la que recibirán quienes crucen con una barrera baja, que podrá costar entre $ 2.600 y $ 12.800. Negarse a pasar por un control de alcoholemia costará $ 1.950.

Un caso aparte es el de la multa para quienes tapan la patente de sus autos. Por una ley sancionada hace dos semanas, el castigo fue elevado de 500 a 1.000 UF, con lo cual al sumarle el nuevo aumento la multa se fue a $ 6.500.

Quienes cometan el mal estacionamiento no sólo deberán enfrentar multas más caras sino que probablemente también sufran un costo en el acarreo del vehículo. En enero último, y justificándose en la inflación y la necesidad de ordenar el tránsito, el Gobierno porteño lo aumentó de $ 450 a $ 580. Pero el legislador Marcelo Ramal, del FIT, presentó un amparo que fue aceptado por la Justicia. La Ciudad apeló y la situación aún tiene que ser resuelta en la Cámara en lo Contencioso Administrativo porteña.