En la Rural, Massa aclaró su propuesta sobre planes sociales
Dijo que, si gana, los beneficiarios de subsidios no los perderán en caso de recuperar el empleo.
El precandidato a presidente por el Frente Renovador, Sergio Massa, prometió ayer en la Rural de Palermo que si llega al gobierno los beneficiarios de subsidios sociales no los perderán en caso de poder volver a obtener un empleo. “El que entre al mercado del trabajo no pierde el plan”, repitió muchas veces durante su visita a la muestra. La consigna no sonó indiferente en este lugar, pues es frecuente la queja de los empresarios rurales porque no consiguen mano de obra debido a que la gente muchas veces decide no trabajar en el campo por temor a perder la ayuda oficial.
Massa también pareció ser consciente que esta promesa lo aleja también de una de las facetas más deplorables de la política actual: el clientelismo. Por eso una y otra vez explicó que los demás candidatos eluden esta discusión y consideran el de los planes sociales como “un tema sensible” del que no conviene hablar demasiado. “Nosotros tenemos la responsabilidad de construir una Argentina donde la cultura del trabajo vuelva a tener centralidad, y en la que abandonemos la lógica de los punteros que pretenden que
aquel que no tiene trabajo se transforme en un rehén”.
“Nosotros queremos que cada uno de los que tenga un plan lo tenga protegido por la ley y no por un político de turno que decide si lo cobra o no dependiendo de si se sube a un micro. Protegemos los planes pero también les decimos que vengan al mercado de trabajo para sentirse parte de la cultura digna de Argentina. Nuestro país creció cuando los inmigrantes vinieron y con el trabajo tuvieron un lugar en nuestra sociedad. El que trabaja tiene que sentir que el Estado lo apoya, y no que se transforma en un parásito que lo vive”, añadió el candidato.
El Frente Renovador sostiene en su plataforma que, en los próximos cuatro años, el sector agropecuario puede generar de 500 mil a 1,1 millón de empleos nuevos en caso
de tener las condiciones adecuadas. Pero Massa se mostró cauto a la hora de anunciar las medidas espectaculares que tanto reclaman
los productores. “Nuestra política para el campo viene de la mano de un programa de crecimiento de toda la Argentina. Este sector será una de las turbinas de ese avión en que vamos a convertir a la Argentina”, indicó.
Massa suele ser impuntual: sus colaboradores más estrechos lo esperaban desde las 10.30 pero él recién entró a las 11 a la Exposición Rural. Fue casi una bendición para Luis Miguel Etchevehere, el anfitrión, presidente de la entidad, quien por estos días va de una punta a otra del predio dando la bienvenida a los visitantes más ilustres. Es que de sopetón y casi sin aviso, antes que el referente del Frente Renovador se apareció por Palermo el flamante gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, quien mostró preocupación por la situación de los productores de su provincia.
A Massa lo acompañó un séquito interminable, integrado por Roberto Lavagna (a quien llamó “mi jefe y líder espitirual”), su hijo Marcos, otros economistas como Martín Redrado y Ricardo Delgado, el industrial José Ignacio De Mendiguren, y los ruralistas Carlos Garetto, Eduardo Buzzi y Jorge Solmi. Pero quien más llamó la atención en esa comitiva fue el candidato a vicepresidente, Gustavo Sáenz, que lucía poncho salteño para la ocasión, rojo y negro, cual gaucho de Güemes.
En ese sentido, tras caminar entre los olorosos pabellones repletos de Angus y Hereford y sacarse “selfies” con todo aquel que se lo pidiera, el presidenciable se mostró confiado en que “el año que viene va a haber una lluvia de inversiones en la Argentina”.
Claro que algunas promesas tuvo que realizar. “Nuestra propuesta concreta es que así como no queremos que los trabajadores paguen impuesto a las ganancias, que nuestros productores de las economías regionales no paguen más retenciones, queremos que la renta financiera pague impuesto a las ganancias, que los dueños de casinos y bingos paguen más impuestos”, postuló.