Estacioneros temen por la compra de Petrobras
La posible venta de Petrobras Argentina a YPF generó la primera queja por parte de los dueños de las estaciones de servicio, que quieren saber en qué estado se encuentran las tratativas entre ambas empresas y sus posibles efectos en los surtidores. Temen que las estaciones de YPF, combinadas con las de Petrobras, generen un perjuicio para la competencia.
YPF posee una participación del 58% en el despacho de naftas y con Petrobras se iría hasta 63%, casi dos de cada tres litros vendidos, según datos de la industria.
“Se requiera de la firmas Petrobras Argentina e YPF informen a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) si entre las mismas se está llevando a cabo alguna negociación tendiente a una futura transferencia de activos pertenecientes a la primera de las nombradas, a favor de la segunda”, dice una carta que la Federación de Entidades de Combustibles le escribió a Ricardo Napolitani, titular de la CNDC, el ente que se encarga de regular las fusiones.
“YPF ostenta una clara posición dominante en el mercado nacional de combustibles líquidos, con una captación cercana al 60% del mismo, controlando igualmente un 55% del total de la capacidad de refinación de petróleo instalada (...)”, dice la misiva firmada por Luis Malchiodi, presidente de la Federación de Entidades de Combustibles. “(YPF) opera su sistema de comercialización en forma casi exclusiva sobre la totalidad de su red abanderada bajo la figura de venta consignada, instrumentando por este medio un alineamiento vertical de precios que, dada su
posición dominante en el mercado
de combustibles líquidos, obsta al funcionamiento del mercado según principios de libre competen
cia”, se quejan los estacioneros. YPF, Tecpetrol, Pluspetrol y Pan American Energy están interesados en los activos que Petrobras vende en el país. Pero algunos están interesados en una parte de la compañía y no en la totalidad.
Los brasileños tienen áreas petroleras, refinería, estaciones de servicio, una central térmica, plantas petroquímicas y una hidroeléctrica. “Si vendieran por separado, obtendrían más dinero y habría más interesados, pero la idea de desprenderse de todo en bloque lo complica”, cuenta un ejecutivo que está en el proceso. Como el desembolso debería orillar los US$ 1.000 millones, se cree que YPF es el único que tiene espaldas para afrontar ese desembolso. En la estatal estudian comprar todo, pero con un compromiso de desinvertir en algunos segmentos.