“¿Qué podemos decirnos los argentinos sin engañarnos?”
Cuando cada uno se encuentra consigo mismo, cuando a nadie se puede engañar ni convencer ni mentir. Cuando nos sacamos la careta de la indiferencia y de la hipocresía … ¿qué podemos decirnos los argentinos?
¿Que todo funciona a las mil maravillas? ¿Que los funcionarios más altos del Gobierno no han robado ni usufructuado dádivas? ¿Que los habitantes de las zonas pobres tienen cloacas, calles pavimentadas y servicios públicos decentes?
¿Que la ANSeS ha usado los fondos de los jubilados para el único y exclusivo fin de mejorar las prestaciones previsionales? ¿Que no se trata de invadir los medios masivos de comunicación con propagandas deformantes de la realidad que nos toca vivir a diario?
¿ Que no hay inseguridad y que podemos andar por las calles sin mirar si alguien nos sigue al entrar a nuestras casas? ¿Que no hay inflación y que los precios “cuidados” no se alteran? ¿Que el próximo verano no habrá cortes de energía eléctrica porque gracias a los subsidios se ha podido invertir en el mejoramiento de las redes?
¿Que no se ha amedrentado nunca a periodistas críticos al oficialismo? ¿Que las leyes se debaten en el Congreso con autonomía de decisión? ¿Que no se intenta avasallar la Justicia con fiscales y jueces presionados o nombrando a subrogantes propios? ¿Que el Gobierno defiende políticas que cambia a discreción cómo y cuándo le conviene?
¿Que se han vaciado las reservas del Banco Central? ¿Que se ha dividido a la sociedad como pocas veces en la historia argentina?
Y así podríamos seguir …
Sólo nos queda ponernos la mano en el corazón y contestarnos, por lo menos en la intimidad, qué sentimos y pensamos realmente.