Hay muchos endeudados y el gobierno les arroja un salvavidas: más créditos
La deuda de los hogares en Brasil ha crecido hasta un récord. El gobierno tiene una manera de ayudar: los préstamos sueldo. La presidenta Dilma Rousseff firmó un decreto este mes que facilita el uso de los préstamos sueldo de los bancos para refinanciar las tarjetas de crédito. En los Estados Unidos, estas líneas de crédito han ganado una mala reputación por las comisiones altas y el marketing sospechoso, pero en Brasil permiten que los deudores reduzcan las tasas de interés en dos tercios.
Esto no significa que las tasas sean bajas. Por lo menos no para los estándares globales.
Si bien la deuda brasileña de los hogares es aún la mitad de la estadounidense y equivale al 63 por ciento, las tasas de interés preocupan a los analistas bancarios y a los organismos protectores del consumidor. En EE.UU., las tarjetas de crédito cobran un promedio de 15% anual. En Brasil, los consumidores pagan 85% por las tarjetas y 27% por los préstamos sueldo, dice el Banco Central.
“Es demasiado crédito para gente que no tiene una formación financiera y debe pagar tasas de interés tan altas”, dijo Diogenes Donizete, coordinador de servicios de deuda en la agencia de protección al consumidor del Estado de San Pablo, conocida como Procon. Los préstamos sueldo son simplemente otro “ingrediente excelente para que la gente se endeude aún más”.
En un decreto del 13 de julio, Rousseff ordenó a los dadores de préstamos sueldo que permitieran a los deudores acceder a líneas crediticias equivalentes a un 35% de sus ingresos mensuales, en comparación con un 30% anterior. En septiembre se prolongó el vencimiento de los préstamos desde 60 hasta 72 meses.
Aumentar lo que para muchos es una línea de crédito de última instancia pone de relieve lo pesada que se ha vuelto la carga de deuda para muchos brasileños. En tanto el desempleo avanza y suben las tasas de interés, la deuda de los hogares en alza amenaza exacerbar la regresión en una economía que ya se encamina hacia su peor recesión en un cuarto de siglo.
“Los salarios bajan y la inflación sube, en tanto son menos las personas empleadas”, dijo Rodrigo Melo, economista principal en Icatu Vanguarda. “Los préstamos al consumidor pendientes continuarán creciendo simplemente porque suben las tasas de interés”. Para los bancos, los créditos personales son vistos como uno de los préstamos menos riesgosos ya que se reembolsan mediante un depósito directo de los salarios de los deudores. Brasil elevó ayer el costo del dinero hasta el 14,25% anual.