Las aulas son terreno fértil para reflexionar sobre la Justicia
La confianza en la Justicia se cimenta, entre otras cosas, fortaleciendo el conocimiento
Se cumplió un nuevo aniversario del atentado a la AMIA, y como cada año de los últimos 21, las organizaciones de la colectividad judía realizaron actos conmemorativos.
Esta vez, la Escuela de Madrijim (Escuela de Líderes) de la Sociedad Hebraica Argentina se propuso brindar a los más de 150 jóvenes que allí se forman la posibilidad de honrar de un modo diferente la memoria de las víctimas de aquella atrocidad que lastima a la humanidad.
A la hora de definir la manera de mantener vivo el recuerdo, apeló a un modo creativo; apostó a educar, a fortalecer la conciencia cívica pilar de los valores.
Se dispusieron a abordar el tema desde un lugar distinto y se decidió brindar a los estudiantes un espacio para reflexionar de modo activo acerca de la justicia; para lograrlo, animaron a sus jóvenes a reflexionar sobre la Justicia y sobre la confianza en el sistema judicial.
Lo hicieron a través de la participación en el Programa La Justicia va a la Escuela (LJE).
Se trata del programa educativo que lleva adelante la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional desde hace más de una década que apunta a la creación de juicio crítico, y que mediante sus talleres proporciona herramientas para que la sociedad civil pueda interpretar de qué se tratan las decisiones judiciales.
En el marco del Programa LJE los jueces y los participantes construyen conocimiento en forma conjunta.
Es un gran desafío para el sistema judicial lograr la confianza de la sociedad en sus fallos. La resolución de los conflictos solo puede traer paz social si la comunidad se halla en condiciones de aceptar las decisiones que resultarán vinculantes, y para ello necesita conocer y entender.
En ese punto, la independencia de los jueces es crucial, la confiabilidad va de su mano.
De allí la importancia de merecer la confianza que se cimenta, entre otras cosas, fortaleciendo el conocimiento.
Con su decisión, la Escuela de Madrijim de la Sociedad Hebraica Argentina apostó a la promoción de juicio critico como base del fortalecimiento institucional; brindó a los futuros líderes y a los jueces la posibilidad de compartir su preciado espacio conmemorativo.